miércoles, 8 de agosto de 2007

¿Para qué estudian?

Ebert Herrera López
ebert_h@yahoo.com
Comerciante

Tomado de La Nación.

Cada vez que leo o escucho las manifestaciones de un estudiante universitario respecto a muchos temas de actualidad, inevitablemente me pregunto: ¿Para que estudian los universitarios?

Por supuesto, el tema obligatorio y de moda es el TLC, pero llevo muchos años tratando de entender esa forma de pensar y de actuar de “A favor de los que están en contra y en contra de los que están a favor”.

Que me disculpen los actuales estudiantes y futuros profesionales que sí tienen claro su norte y qué quieren ser y hacer cuando no sean estudiantes; este mensaje no va para ellos, sino más bien para esos jóvenes (algunos ya no tanto) deseosos de protagonismo y de acumular historias de rebeldía para cuando les toque peinar canas. Irónicamente, la vida les viene a enseñar, a algunos más pronto que a otros, que gracias a Dios muchas de esas luchas fueron fallidas, porque, en caso contrario, no tendrían ni dónde ganarse el sustento.

Principio de supervivencia. Me refiero con esto a todos los neohippies de hoy, que sin el ideal de amor y paz de antaño se enfocan en la lucha de clases y el repudio a lo que algunos aspiran ser en el futuro. ¿Qué pasaría si se hicieran realidad sus proclamas en contra de los ricos? ¿De dónde saldría entonces el dinero que hoy mantiene a esas honorables entidades que los reúne y les da su identidad de “estudiante universitario”? No se trata de ser servil con quienes ponen sus capitales (o influencias, dirán muchos), sino más bien de un principio básico de supervivencia como “no morder la mano que nos alimenta”. Seamos realistas, el principal problema del dinero es no tenerlo.

¿Para qué estudiamos en una universidad? ¿Para qué nos esforzamos tanto en alcanzar un título? Aquellos que se sienten realizados en la vida porque alcanzaron el estatus de estudiante universitario, ya es hora de que pongan los pies sobre la tierra y vean hacia delante, o ¿es que creen que ser estudiante es una meta en vez de un medio? Piensen en ese mágico momento cuando se gradúen y sea hora de pedir trabajo a esa repudiable clase burguesa contra la que tanto luchó, o bien convertirse en uno de ellos porque sus medios económicos se lo permiten.

Salida del capullo. Piensen cuidadosamente que no hay campo para muchas rémoras sindicalistas en este pequeño mar en que vivimos. La mayoría pagamos impuestos en vez de vivir de ellos. No caigan en el juego populista y el querer sentirse muy patriota simplemente por llevar la contraria al Gobierno. Todo lo contrario, asegúrense hoy de que mañana existan más y mejores oportunidades de trabajo para cuando salgan de su capullo de estudiantes y les toque trabajar y pagar impuestos para, entre otras cosas, mantener a rémoras y revoltosos que están convencidos de que “la vaca está obligada a dar la leche para mantenerlos”.

No se sientan fuera de lugar por tener ambiciones para su futuro, recuerden que ser universitario no es haber sido reclutado por el “ejército tirapiedras”. Pensamiento libre no significa llevar la contraria, todos tenemos la libertad de pensar cómo labrar un mejor futuro. Piensen dónde están hoy esos luchadores estudiantes universitarios de hace 10 o más años… pues ya fuera de la universidad y seguramente llevando una vida ligada, de una u otra forma, a lo que tanto repudió en el pasado como estudiante.

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