jueves, 28 de febrero de 2008

Nuevas Interrogantes sobre el acceso a la UCR.

Claudio A. Mora García

Aquí presento las preguntas que he realizado al vicerrector Carlos Villalobos por motivo de las "cifras falsas" que me habían contado (¡qué vergüenza para la FEUCR!).

Los siguientes datos se requieren para 2000-2008.

Cuado se refiera a “colegio de proveniencia”, por favor utilizar el mayor número de clasificaciones posibles, y no únicamente “privado y público”.

  1. Un cuadro con los nombres completos de cada Colegio de secundaria, en donde se indique el número de alumnos que presentó el examen de admisión y el número de ellos que lo ganaron.
  2. De ser posible, de la porción de estudiantes que ganaron el examen, el número de estudiantes (de primer ingreso) que se matricularon.
  3. Una clasificación de los colegios según el tipo de colegio: ya sea privados, públicos, liceos, científicos, subsidiados, etc.
  4. Carrera con mayor y menor número de aplicaciones. Y número de aplicaciones por carrera según colegio de proveniencia.
  5. Composición del estudiantado en cada carrera (o en cada facultad/área) según colegio de proveniencia.
  6. Número de graduados al año según tipo de colegio de proveniencia; y según carrera (en este punto por favor incluir la nota de corte para la respectiva carrera).
  7. Número de becas otorgadas anual o semestralmente, en términos absolutos.
  8. Monto nominal otorgados en becas semestral o anualmente.
  9. Nota de admisión promedio, y su respectiva desviación estándar (o la varianza).

Y Mientras espero la respuesta del vicerrector acerca de algunos datos que le he solicitado, voy a presentarles los dos artículos publicados en La Nación como respuestas a lo que yo expuse. Espero que los disfruten, tanto como yo lo hice.


EyP

Agravio infundado

Alberto José Villalobos M.

Administrador de empresas, UCR


El señor Claudio A. Mora García ( “UCR: educación para ricos”, Opinión, 12/2/08 ) expone, de manera ofensiva y poco analítica según mi parecer, su opinión respecto a la situación estudiantil actual en la Universidad de Costa Rica (UCR).

Su opinión es un agravio infundado hacia todos los estudiantes que, al igual que yo, ingresamos a tan prestigiosa casa de enseñanza provenientes de colegios privados.

Quisiera decirle, en primer lugar, que tomo sus palabras como una ofensa personal y, más aún, como una ofensa al esfuerzo y sacrificio que han realizado mis padres para poder proporcionarme lo que ellos consideran la mejor herencia posible: una educación.

Encuentro inaceptable que ponga en tela de juicio el derecho adquirido (por todo ciudadano) a recibir esta preciada educación, no solo garantizada por la Constitución, sino producto de años de arduo estudio, sacrificio, responsabilidad y dedicación. Ante su afirmación de que “ellos se lo han robado…”, permítame asegurarle, señor Mora, que mis estudios fueron pagados con sudor de trabajo y no con dinero mal logrado y que mi título fue ganado sin concesión alguna; por esto repudio tales afirmaciones.

Considero que los argumentos utilizados para culpar a la educación privada de coartar los derechos de muchos jóvenes de aspirar a una educación superior son mal fundamentados.

Las razones por las que solo un 20% de las plazas se encuentren ocupadas por jóvenes egresados de instituciones públicas va mas allá de los bajos costos de matrícula de la UCR; incluso me atrevería a asegurar que tienen un papel menos preponderante en esta situación. Por otra parte, la calidad (o escasez de ella) en la educación y las herramientas que suministran a estos jóvenes son fundamentales. No hay mejor prueba de esto que los resultados en el examen de admisión a la Universidad, que es idéntico para todos los solicitantes.

Los vicios vividos en la educación pública son resultado de una estructura administrativa anticuada y anquilosada (basta con observar los titulares en los periódicos de los últimos meses). Deserción estudiantil, atrasos y corrup- ción en nombramientos de docentes, falta de materiales en escuelas y colegios, educadores poco calificados y, en su gran mayoría, mal remunerados, programas de estudio desactualizados, entre otros, son algunos de los tantos males que le agobian desde hace varios años.

Considero que el intento de convertir la lucha por una educación digna en una lucha de clases es un agravio contra los principios de respeto, libertad e igualdad que promueve esta universidad y que su único efecto es el de generar antipatías y distanciamientos que no deben existir.

Debemos comprender que la Costa Rica perturbada por esta brecha social y económica solo puede ser erradicada mediante la educación, la investigación y el desarrollo. Y que los verdaderos culpables de esta tragedia somos todos y cada uno de nosotros, que hemos callado ante las verdaderas injusticias, que hemos permitido con vehemencia el irrespeto por la integridad de la educación, la razón y el pensamiento y que aplaudimos el facilismo e irrespeto en todos los rincones de nuestra sociedad.

La solución está en nuestras manos y en el camino que deseemos forjar para nuestro futuro.


EyP

UCR: equidad en el acceso


Carlos Manuel Villalobos

Vicerrector de Vida Estudiantil


En Foro del 12 de febrero del 2008, Claudio A. Mora García asegura que le contaron que el 80% de la gente de nuevo ingreso a la Universidad de Costa Rica proviene de colegios privados. Según sus propias palabras, casi se muere de la impresión que le causó este dato.

Para conocimiento del estudiante Mora García y de todos los que a veces reciben informaciones incorrectas, que intentan poner en entredicho la equidad en el acceso a la UCR, me permito aclarar que de los 7.220 estudiantes de nuevo ingreso para el 2008, únicamente 1.985 son de colegios privados; es decir, apenas el 27,5 %.

Es cierto que estudiantes provenientes de los colegios privados tienen mayores ventajas sociales y académicas que buena parte de los egresados de colegios públicos, aun así están muy lejos de ocupar la mayoría de los campos disponibles en la UCR. Más aún, nuestros datos de ingreso para la población del 2008 nos permiten asegurar que el principio de equidad en el proceso está asegurado. Tenemos estudiantes provenientes del 100% de los cantones del país, cuya lejanía e Índice de Desarrollo Humano Cantonal de algunos, como Talamanca, Upala y Guatuso, entre otros, dificultan las oportunidades al compararlas con los cantones centrales; sin embargo, no constituye impedimento para optar por el ingreso a la UCR. Tanto es así que, estudiantes provenientes de estas comunidades se unen a una lista de alumnos cuyas familias, según los índices nacionales, se hallan por debajo de la línea de la pobreza.

A estudiantes que provienen de familias con dificultades socioeconómicas, la Universidad de Costa Rica les garantiza un sistema de becas, estructurado en categorías, que incluye exoneración en el pago de la matrícula, alimentación, residencia y ayuda económica, entre otros beneficios, con fundamento en su índice socioeconómico. Para decidir qué tipo de beca requiere cada estudiante, la Universidad cuenta con una Oficina de Becas que analiza y coteja con otras instituciones, como el Registro Nacional y la CCSS, la información que brinda el estudiantado cuando presenta el formulario de solicitud respectivo.

Además, se hacen visitas domiciliarias de verificación y, si un estudiante ofreció datos falsos, se prevé la pérdida de la beca en la normativa que rige dicho sistema. Es importante esta aclaración, pues otro de los rumores falsos que suelen circular plantea la posibilidad de que estemos ofreciendo becas a estudiantes que no lo requieren. Nuestra experiencia es que, después de realizar la verificación, algunos más bien requieren una ayuda mucho más alta.

En consecuencia, el sistema de becas está diseñado y se aplica como una inversión estratégica en el desarrollo profesional, científico y social del país. Esta inversión se ve reflejada en los datos de graduación anual de más de cinco mil nuevos profesionales de la Universidad de Costa Rica, con un alto índice de calidad humana y académica. Sabemos que más de la mitad estudió gracias a una beca. Sabemos que esta conciencia de equidad y de excelencia son los motores del desarrollo nacional.

Gracias, Claudio, porque la revisión de datos que usted impulsó para hacerla del conocimiento de la comunidad nacional nos constata que no hemos renunciado a estos principios. La Universidad de Costa Rica sigue promoviendo que mujeres y hombres, estudiantes de todos los estratos, costarricenses de todas las regiones, tengan la oportunidad de optar por el acceso, y permanencia, a una carrera en nuestras aulas.

EyP

sábado, 23 de febrero de 2008

Centroamérica: Integración y Oportunidades

Esteban Porras Zúñiga
Estudiante Universitario.

La integración de Centroamérica es una aspiración que desvela a los países de la región desde el siglo XIX, nada más al declararse la independencia se vivió una primera experiencia de integración. El sueño de Francisco Morazán y demás estadistas de la época no se materializó hasta 1961, cuando el Mercado Común Centroamericano iniciaba así un largo camino.

La firma del tratado marco para la Unión Aduanera en el pasado diciembre devuelve la esperanza de los que quieren ver una integración más amplia y ayudar a consolidar las negociaciones del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea.

El camino ha estado lleno de tropiezos y es fruto de continuas negociaciones; sin duda el máximo ganador es el libre comercio y consolida precisamente el camino apostado en los últimos años por los países del área, en materia comercial.

Buenos indicadores. El 2007 fue un año interesante para le región: cambio de Gobierno en Nicaragua, elecciones en Guatemala y el referéndum en nuestro país, hechos que hacen que se confirme la estabilidad democrática de la región. El fortalecimiento de los procesos democráticos colaboró a que los países centroamericanos vieran crecer sus economías en el 2007.

Esta pequeña franja de 762, 064 kilómetros cuadrados y 40 millones de habitantes han despertado la atención del mundo. La llegada de grandes bancos internacionales, una inversión inmobiliaria acelerada y un turismo creciente así lo confirma, por lo que ahora es cuando se debe de aprovechar la liquidez existente para consolidar el área y combatir los altos niveles de pobreza que nos confrontan.

Los países del istmo centroamericano han logrado comprender que para lograr un clima competitivo deben apostar por economías abiertas, los años anteriores han significado el gran salto que necesitaba la región: el tratado comercial con Estados Unidos, el acuerdo de Asociación con la Unión Europea, la ampliación del TLC de Guatemala y Chile, el nuevo acuerdo de libre comercio de Honduras, El Salvador y Guatemala con Colombia, sumado al acercamiento de Costa Rica con China y el vínculo de El Salvador y Honduras con Taiwán, muestran un mensaje claro: la pequeña Centroamérica se abre al mundo.

Muchos retos. No se puede negar el enorme camino recorrido en materia comercial y política, en el proceso de la integración. No obstante, el crecimiento económico no ha significado mayor equidad social, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tres de cada cinco centroamericanos viven en condición de pobreza y dos de cada cinco viven en indigencia o pobreza extrema.

La consulta de San José, realizada en el 2007 bajo el auspicio del Banco Interamericano de Desarrollo, el Copenhague Consensus Center y el Incae, brindó una aproximación de los problemas más preocupantes para América Latina y por tanto nos da una estimación de las necesidades de la región: democracia, educación, empleo, seguridad social, ambiente y problemas fiscales, representan los principales retos y lanzan un gran desafío a los gobiernos y a la sociedad en general.

Las perspectivas son inigualables, la economía del istmo es más favorable que nunca, con cifras que podrían rondar un crecimiento del 5.4% del PIB para el 2007, las exportaciones en aumento gracias al CAFTA y el Mercado Común Centroamericano y unas importaciones crecientes que reflejan un fuerte dinamismo pro- ducto del alto crecimiento de las economías.

¿Qué falta? Sobre todo, se necesita combatir la corrupción y la falta de planificación latentes en los países del área. Incentivar la educación, aumentando el número de becas y ayudas, para que los padres no duden entre poner a trabajar a sus hijos o estudiar; esto incrementa la posibilidad de mejores empleos y se convierte en una buena arma contra la pobreza; por ello debe convertirse en una prioridad en los próximos años. Centroamérica nos espera, atendamos su llamado.


EyP

Negocios en mercados pobres

Esteban Porras Zúñiga
eporras@sbcomunicacion.co.cr
Estudiante Universitario

Crear riqueza es mejor que repartir riqueza. Dan razón a este planteamiento un número creciente de personas que, en distintas partes del mundo, se empeñan en aportar al desarrollo de los países menos favorecidos.

La creencia tradicional es que los negocios se enfoquen en la parte de la población con recursos. Según el Banco Mundial, el sector privado está descuidando la gran oportunidad de negocios que representan los cuatro mil millones de pobres que hay en el mundo, mercado que representa sin embargo unos cinco billones de dólares.

La “Marca Africa”. Los umbrales de pobreza de África (900 millones de personas en 54 países) han empeorado en los últimos 25 años, albergando solo el 13% de la población pero el 30% de los pobres del mundo. En las oficinas de turismo, las imágenes más frecuentes son los safaris y los noticieros se extienden sobre los conflictos armados.

El continente africano no es solo eso, The Economist publica a menudo avisos clasificados de empresas que se enorgullecen de ser sudafricanas y la revista African Business realiza crónicas sobre la responsabilidad social de las empresas. Todo hace indicar que las cosas empiezan a mejor para el continente más pobre e injusto.

Cierta mejora. El continente experimenta los niveles más altos de crecimiento e inversión desde hace mucho tiempo, las reservas aumentan y las remesas son mayores que nunca.

Según datos del Fondo Monetario Internacional, en el 2006, el África Subsahariana experimento el tercer año de crecimiento mayor al 5%, logrando con esto un aumento del 3% en el ingreso per cápita, lo que supone un logro importante para la región. Altos precios y el aumento de la producción del petróleo, aunado a un aumento de las exportaciones a China e India sustentan la aceleración de África.

Según datos del gobierno de Kenia, la mejora en salud ha sido significativa entre 2004 y 2006, logrando reducir en un 44% las muertes por malaria tan solo, logrando que los niños duerman con mosquitera.

Oportunidades de negocio. Negocios creativos es lo que está empezando a marcar la diferencia: Johnnic Commnunications de Sudáfrica, gigante mediático del continente que contrata en un 65% de su personal a personas que eran antes desfavorecidas, se expende de una forma vigorosa en Nigeria. El café rwandés es otro ejemplo, el cual ha logrado diseñar una marca de café premium y comercializarlo en los Starbucks, a partir de un producto de consumo masivo y bajo rendimiento.

Muya Etiopía, empresa que fabrica artículos de decoración para el hogar, ha logrado conectar a tejedoras pobres etíopes con compradores pudientes en busca de otras culturas, logrando exportar en poco tiempo a Austria, Canadá, Estados Unidos e Israel.

Iniciativas como estas, son las que logran un cambio para ese sector ubicado en la base de la pirámide económica (BOP por sus siglas en ingles), y compañías que apuesten a ofrecer soluciones rentables en áreas como viviendas, sanidad, transporte público y comunicaciones son las que darán la posibilidad de crear negocios rentables que permitan generar utilidades y lograr la superación de las comunidades más pobres.

Para el primer ministro de Etiopia, Meles Zenawi, en sus declaraciones para la cumbre de la Comisión Económica para África, la clave está en: “creer un poquito más en nuestra capacidad de ser los artífices de nuestro propio destino y un poquito menos en la salvación desde afuera”. África está dando grandes pasos; sin embargo su reto es enorme.



EyP

miércoles, 20 de febrero de 2008

Falacias y ofensas

En referencia al artículo publicado el 20 de febrero por la Secretaria General del Partido Acción Ciudadana, Teresita Aguilar Mirambell, deseamos manifestar nuestra indignación por la argumentación falaciosa y discriminatoria hacia la mayoría de la juventud costarricense que prolifera en dicho artículo.

Primero. Según lo aprendido en nuestra casa de estudios (UCR) su argumento presenta muchas fallas de construcción, es decir su artículo concentra falacias discriminatorias y ofensivas.

Asegura usted, doña Teresita, que “la juventud inteligente, visionaria y con ganas de arreglar este país votará ineludiblemente por el PAC” Nosotros le aseguramos que no votamos en las elecciones pasadas ni pensamos votar en un futuro por el partido en el que usted milita. Acaso, doña Teresita ¿por disentir en la afiliación política dejamos de ser mas o menos inteligentes?

Debemos decirle que en sentido estricto su anterior argumento presenta una falacia denominada “de generalización apresurada”. El no votar por el PAC no significa una carencia de capacidad intelectual, todo lo contrario, es producto de un ejercicio de análisis de la coyuntura política y de las diferentes ideologías que abundan en el espectro de la población juvenil.

Consideramos que usted se contradice al plantear la libertad como un valor fundamental en el sistema político costarricense, y en renglones inferiores ataca la posibilidad de manifestar por medio del voto una opinión que diverge de la de las otras personas.

Además, estimada señora, en un artículo en el que usted se muestra indignada por el trato discriminatorio y poco ético que según usted incurre un periodista, hace usted aseveraciones hirientes contra de la población que tendremos la responsabilidad de heredar este país. Le recuerdo que somos 1.600.000 personas según una encuesta publicada esta semana por el MCJD. Imagínese que todos los votos del PAC recibidos en las pasadas elecciones no alcanzan ni siquiera la mitad de este número. Siguiendo la línea de su argumento debemos pensar que todo aquel que no votó por su partido en los comicios pasados, ni es visionario, ni desea solucionar los problemas de nuestro país. ¿Cómo pretende reclamar respeto a un periodista, si usted no se lo brinda a la apabullante mayoría nacional?

Con el respeto que usted se merece, exigimos el respeto que nos merecemos. Esto con el único fin de alimentar la democracia costarricense, y en fidelidad a los mas altos valores que ennoblecen a nuestra patria y de los que estamos seguros que usted también se siente orgullosa.

Carlomagno Burgos Vargas
Carlos Eduardo Astorga Cerdas

Estudiantes. UCR


EyP

sábado, 9 de febrero de 2008

UCR: educación para ricos.

Claudio A. Mora García
Estudiante de economía, UCR
Escritor asociado de EyP

Publicado en La Nación.

Cuando me contaron que para el 2008 un 80% de la gente de nuevo ingreso a la UCR provienen de colegios privados, casi me muero. Fue la gota que hizo mover el océano hacia la luna, porque el vaso ya se estaba regando desde hace rato.

Hemos financiado el estudio a varias personas que, pudiendo pagar por su espacio dentro de la “U”, recibirán un estudio subsidiado que no reflejará el verdadero costo para la sociedad y que probablemente incentivará una menor tasa de graduación. Ellos se lo han robado a personas de escasos recursos, necesitados de una mejor educación que nunca se les otorgó.

Inclusive, parece ser legal el accionar de la UCR. Porque entre los objetivos de la UCR no reza el “ayudar a los pobres”; sino “el logro del bien común, mediante una política (…) de justicia social”. Y la “excelencia académica, igualdad de oportunidades (…) y sin discriminación de ninguna especie”; como reza el Estatuto Orgánico de la UCR.

Y mientras la FEUCR se enfrasca en un eterno debate sobre autonomía, y no logra encontrar soluciones concretas y óptimas a sus problemas financieros, no consiguen darse cuenta del problema que han tenido frente a sus narices todo este tiempo atrás: la UCR ha sacrificado su justicia social externa para sustituirla por un horizonte de justicia social interna.

Han preferido una igualdad interna de trato en la UCR de género e ingreso, sobre una de igualdad de ingreso en Costa Rica. Mediante una educación que pudiera estar incluyendo de mejor manera a personas de escasos recursos.

El cobro de matrícula por un monto que refleje el verdadero costo de mantener al estudiante, ayudaría a garantizar que los nuevos ingresados sean únicamente los que realmente ocupan obtener el título, se reduce la cantidad de parásitos que exprimen a la UCR sin darles nada de vuelta, disminuiría la duración promedio para graduarse, y aumentaría la eficiencia. Mientras que una matrícula “regalada” hace exactamente lo mismo anteriormente citado, pero al revés.

El problema es más serio, y no es solo un asunto de Estatuto, es todo el estado de derecho y las condiciones de igualdad (desiguales) en las que se vive en Costa Rica: al igual que cualquiera puede disfrutar de la educación gratuita (por eso es pública), cualquiera puede disfrutar de la gratitud que ofrece la UCR. Las puede disfrutar, siempre y cuando apruebe el examen de admisión. Y ahí es, justamente (o ¿injustamente?), donde empieza el problema.

Yo aquí parto de la hipótesis común de que las personas graduadas de colegios públicos están en desventaja contra las graduadas de los privados, por el simple hecho de provenir de públicos y su consecuencia inmediata de menor cantidad de herramientas. Pero aún así, el examen de admisión es el mismo.

Debo aclarar que existen excelentes estudiantes provenientes de colegios públicos, algunos muchísimo mejores que los provenientes de colegios privados. Y colegios y liceos públicos mejores que los privados.

Mientras se siga cobrando lo que se cobra, la UCR seguirá recibiendo nuevos estudiantes provenientes cada vez más de colegios privados sacrificando espacios para los pobres. Habrán más estudiantes adinerados que disfrutan del pago de una matricula subsidiada. Y no se podrán abrir más campos para estudiantes que no pueden costear una educación superior privada a menos que el odioso Estado sea quien la otorgue. Y la plata que podrían pagar los ricos sigue en el olvido.


No se me mal interprete, no estoy en contra de que los ricos estudien en la UCR. ¡Pero que paguen!



EyP

viernes, 8 de febrero de 2008

EE. UU., de maestro a alumno

Kenneth Rogoff.

Profesor de Economía y Política Pública en la Universidad de Harvard y ex-economista jefe del FMI.

Tomado de La Nación.



Mientras sigue desatándose la crisis financiera con ribetes épicos de Estados Unidos, no se puede más que esperar que los estrategas políticos norteamericanos sean la mitad de buenos para escuchar el consejo de los países en desarrollo de lo que son para brindarlo. Los norteamericanos no parecen tomar conciencia de que su colapso de hipotecas de alto riesgo tiene demasiado en común con muchas crisis bancarias, posteriores a 1945, que tuvieron lugar previamente en todo el mundo.

El consuelo es que existen muchos estrategas altamente distinguidos, en funciones o no, especialmente de países de mercados emergentes, que han visto esta película antes. Si los estrategas políticos norteamericanos tan solo escucharan, podrían captar una idea o dos sobre cómo hacer frente a las crisis financieras de boca de expertos que han pasado por ellas y han salido a salvo.

Desafortunadamente, el paralelismo entre la crisis de Estados Unidos de hoy y las crisis financieras previas no es una simple hipérbole. Los paralelos cualitativos son obvios: los bancos utilizan préstamos fuera de balance para financiar operaciones altamente riesgosas, instrumentos financieros nuevos y exóticos y una exuberancia excesiva por la promesa de nuevos mercados.

Pero también existen fuertes paralelismos cuantitativos. Junto con la profesora Carmen Reinhart de la Universidad de Maryland, hemos comparado sistemáticamente el período previo a la crisis hipotecaria de EE. UU. con el período previo a las 19 peores crisis financieras en el mundo industrializado en los últimos 60 años. Se incluyen crisis épicas en los países escandinavos, España y Japón, además de episodios menores como las de ahorro y préstamo norteamericanas de la década de 1980.

Prácticamente en todos los indicadores principales –inclusive las carreras de los precios accionarios e inmobiliarios, los déficit de la balanza comercial, los incrementos en el endeudamiento gubernamental y de los hogares y las trayectorias de crecimiento precrisis–, encienden luces rojas para EE. UU. Es decir, los crecientes flujos de capital que ingresaron a EE. UU. mantuvieron artificialmente bajas las tasas de interés e inflaron los precios de los activos, lo que derivó en una laxitud de los estándares bancarios y regulatorios y, en definitiva, en un colapso.

Cuando Asia y Latinoamérica tuvieron crisis financieras en la década de 1990 y principios de la del 2000, escucharon el consejo del FMI y también el de una cantidad de pequeños paneles compuestos por personas eminentes que representaban a diversos contextos y experiencias. EE. UU. debería hacer lo mismo. El director del FMI, el francés Dominique Strauss-Khan, podría elegir un panel de lujo conformado por diversos países que han sufrido crisis, como México, Brasil, Corea, Turquía, Japón y Suecia, para no mencionar Argentina, Rusia, Chile y muchos otros.

Sin duda, el panel del FMI tendría que pasar por alto la actual hipocresía de EE. UU. El Tesoro norteamericano alentó enfáticamente a Asia a ajustar la política fiscal durante su crisis de la década de 1990, pero hoy el Congreso y el presidente de los EE. UU. se abocan a adoptar un gigantesco paquete de estímulo fiscal desacertado, cuyos efectos principales consistirán en atar las manos al próximo presidente al simplificar el código impositivo y cerrar el déficit presupuestario.

Los norteamericanos le dijeron firmemente a Japón que la única manera de depurar su economía era purgando a los bancos insolventes y regenerando el sistema financiero a través de una “destrucción creativa” schumpeteriana. Hoy, las autoridades norteamericanas parecen dispuestas a contemplar cualquier medida, no importa cuán inflacionaria sea, a fin de asegurar que ninguno de sus principales bancos y casas de inversión caiga en bancarrota.

Durante años, los Gobiernos extranjeros se quejaron de los fondos de cobertura norteamericanos, con el argumento de que su comportamiento para nada transparente planteaba riesgos inaceptables para la estabilidad. Hoy, muchos políticos norteamericanos se quejan de la transparencia de los fondos de riqueza soberana (inversores de grandes gobiernos principalmente de Asia y Oriente Medio), que están comprando acciones en activos norteamericanos tales como Citibank y Merrill Lynch.

En realidad, que países como Rusia y China estén más comprometidos con el bienestar de la economía norteamericana no sería algo malo. Sí, el FMI debería desarrollar un código de conducta voluntario para los fondos de riqueza soberana, pero no se lo debería utilizar como una herramienta para imponer el proteccionismo financiero.

Durante años, muchos nos hemos quejado de que los mercados emergentes necesitan mayor representación en la gobernación financiera global. Hoy, la cuestión va más allá del simbolismo. La economía estadounidense está en problemas y los problemas que genera probablemente no se detengan en sus fronteras. Expertos de mercados emergentes y otras partes tienen mucho que decir sobre cómo hacer frente a las crisis financieras. EE. UU. debería empezar por escuchar, antes de que sea demasiado tarde.



EyP