viernes, 29 de junio de 2007

Sobre Economía

Claudio A. Mora García
Estudiante de Economía, UCR
Publicado en La Prensa Libre y El Financiero, como "¿Quién debe producir?"

En esta pequeña entrada voy a dedicarme un poco a la materia teórica de la economía. Me preocupa que nos quedemos cortos al definir las funciones del economista en un simple "mejor uso de los recursos escasos". Esta definición solo interpreta un objetivo intermedio, pero no apunta a un objetivo final.
La idea con el "mejor uso de los recursos escasos" es tan solo saber cómo distribuirlos, a qué actividades distribuirlo y entre quiénes. Las usuales tres preguntas básicas, pero importantísimas, que cualquier estudiante de introducción debe saber. A pesar de ello, existen ciertos profesiones, ¡e inclusive doctores en economía!, que no saben el significado de fondo en el asunto. Yo tampoco lo conozco por completo.
No debemos limitarnos a un continuo debate de cómo se pueden responder estas tres cuestiones, sino más bien ahondar en el problema. Lo mejor para la sociedad, dados nuestros "recursos escasos" es no usarlos de la mejor manera posible sino generar, a partir de ellos, la mayor cantidad de producto posible. Dada una cantidad de recursos la pregunta ideal sería: ¿Cómo hacer para generar la mayor cantidad de bienes o servicios, finales o intermedio, a través de un proceso productivo que está en manos de empresas?
Por ello es que para mí lo escencial en economía es poder crear más bienes a partir de los recursos existentes. Si lo quieren ver así, a partir de los mismos costos otorgarle a la empresa que genera los mayores ingresos y por tanto beneficios.
En el marco histórico, el Estado no se ha caracterizado por esto. Más bien, cada vez que el Gobierno forma parte del proceso productivo nos devuelve menos de lo que inicialmente le otorgamos para producir: tiene unos beneficios negativos. Y aún si los beneficios fueran positivos, claramente no serían mayores que los de una empresa privada.
Se presenta una discusión, entonces, sobre a quién se le deben otorgar los recursos productivos, si al Estado o a la empresa privada. La última presenta el problema de acaparamiento de las utilidades (que para mí no es ningún problema), o bien del pago de factores que hace al exterior (lo cual, para mí, sí es un grave problema).
Cuando una empresa hace muchos pagos al exterior, el ingreso disponible de los costarricenses disminuye. El ingreso que disponemos nosotros para escoger entre los bienes que más nos generan bienestar se verá reducido conforme esta variable tienda a la alza.

Debemos tomar medidas concretas para evitar un estancamiento en el "mejor uso de los recursos" para pasar a "mejor uso de los recursos en las actividades que más generen producto". Solo así podremos avanzar en el tema y crear costarricenses más felices (pues podrán alcanzar un nivel de utilidad mayor, dado su ingreso).

lunes, 25 de junio de 2007

Daniel Ortega investigará privatización eléctrica


Tomado de la Nación



Generadoras de energía en la mira


Afirma que fueron “actos de corrupción y el negocio del siglo”Responsabiliza a empresarios de la crisis energética que afronta el país.


Managua. ACAN-EFE.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, anunció que su gobierno investigará todo lo relacionado con las compras de plantas generadoras de energía eléctrica de este país, “que fueron actos de corrupción y el negocio del siglo”.
En un discurso pronunciado el sábado en una plaza de Managua y retransmitido ayer por un canal de televisión afín al gobierno, Ortega calificó de “mafiosos, tiburones y corruptos” a los empresarios que participaron en las compras de esas plantas.
Según Ortega, estos empresarios “egoístas”, junto a la complicidad de los gobiernos de 1990 al 2007, son los responsables de la aguda crisis energética que afronta el país.
Los gobernantes que ejercieron la presidencia durante estos años han recordado que los diputados sandinistas impidieron en la Asamblea Nacional que se pasaran leyes para permitir la construcción de plantas hidroeléctricas en el país, para aumentar la oferta en el sector.
Ortega dijo anoche que le dará instrucciones al Procurador General de la República (PGR), Hernán Estrada, para que emprenda la investigación sobre la privatización de las plantas eléctricas, en especial la de Generadora Eléctrica de Occicente (Geosa).
Negocio. “Ellos (los empresarios) hicieron el negocio de la vida en un acto de corrupción que van a ser investigados, yo voy a hablar con el Procurador para que investigue y se busque la forma de recuperar esas empresas para el pueblo”, expresó Ortega.
Afirmó que esta empresa la compraron en $10 millones y que ahora pueden venderla hasta en $100 millones.
Ortega reiteró que la crisis energética será solucionada en año y medio con la ayuda de Venezuela, Brasil, Irán, Taiwán, Francia, e incluso empresas norteamericanas.
El discurso de Ortega fue pronunciado para celebrar el 71 aniversario del natalicio de Carlos Fonseca Amador, jefe de la revolución sandinista, ante una Plaza de la Revolución con escasa concurrencia y después de un torrencial aguacero.

Alma máter al quirófano

Jorge Luis Araya Chaves
Estudiante de Economía, UCR.
Publicado en La Nación

En torno a la discusión alrededor del tema del TLC en la UCR, que ha captado la atención de los medios de comunicación, hago algunas consideraciones adicionales.
Como estudiante de la UCR, considero imperante que la Universidad adopte una posición neutral en torno a este tema tan trascendental para el país, fomentando el debate y la participación al máximo y asegurando una intervención justa y equilibrada de las fuerzas. ¿Cómo se explica que para una mesa redonda se invite a connotados personajes del quehacer político y jurídico del país a expresarse todos en contra del TLC, sin derecho de nadie a decir lo contrario? ¿Será acaso que no hay profesionales serios y honestos en este país, graduados de esta misma casa de estudios, con una posición contraria que merezcan ser escuchados y que puedan rebatir los argumentos de los primeros?
Se ha invertido mucho dinero y tiempo desde la Rectoría en este tipo de propaganda contra el TLC, que deberían ser utilizados en acelerar los procesos de construcción de obras, como la nueva facultad de ciencias sociales o la compra de equipos de cómputo.
Carencias básicas. Como miembro de una asociación de estudiantes, me he dado cuenta de las carencias que compañeros de otras carreras tienen en sus asociaciones; algunos no cuentan siquiera con computadoras en buen estado, lo que va en detrimento de la educación de muchos. Es inaudito que, teniendo que usar paquetes específicos de software en muchas carreras de la universidad, los estudiantes tengan que “piratearlo”, algunas veces sin certeza de que sirva, y que la U, que gasta en rubros propagandísticos, no pueda costear la compra de esos paquetes para mejorar el proceso educativo.
Es alarmante que en una elección para rector tengan más peso porcentual los votos de los administrativos de la universidad que los de profesores y estudiantes. ¿No es acaso por los últimos por los que funciona la universidad? Y no hablo solo de la UCR, sino de todo el sistema educativo superior público costarricense, que pide a gritos una reforma sustancial: deben redistribuirse las cuotas de poder entre todos los sectores, para evitar los favorcitos de campaña y para que se tomen decisiones fundamentales.
La FEUCR, en días recientes y de manera intimidante, inquiere a cuáles intereses favorece el hecho de que un grupo de estudiantes haya sacado una bandera diferente de la que ellos hacen ondear; les respondo: ¡A los intereses por un país mejor! No es por los intereses de ningún partido político, como ellos sugieren.
Millones contra el TLC. Si se hubiera contado con los millones de los que ellos también disponen para su “lucha” contra el TLC (unos ¢2,5 millones, casi el 7,5% del presupuesto de la FEUCR en el 2006), desde hace 4 años, también nos hubiéramos estado expresando con mayor facilidad. Es hasta ahora cuando un grupo de estudiantes, de multitud de carreras, hemos tenido el valor y, en muchos casos, hemos sacado dinero de nuestros bolsillos para hacernos escuchar. Si quieren un debate justo, repartamos esos recursos de que disponen, pónganlos a la orden de los que piensan diferente.
Por tanto, pienso que, para seguir siendo la mejor universidad de este país, debe darse el ejemplo y fomentarse la multitud de opiniones, que se escuchen todas las voces que quieran hacerlo y compartamos de una buena vez los atrios desde los cuales se habla; derribemos los elefantes blancos que están sentados en sus altares y mejoremos la educación de todos. Debe recordarse que la principal arma para el desarrollo es la educación; por lo tanto, ¿qué clase de desarrollo queremos para el país si la educación superior está parcializada?
Para los encargados de mejorarla, va siendo hora de sacar el bisturí.

Se nos está haciendo tarde….

Juan Carlos Tristán
Estudiante de Derecho, UCR

No dejo de asombrarme del absurdo que comete día tras día el Señor Daniel Ortega, y lo que sucede es que mi pensamiento que en algún momento fue inocente ya no logra analizar de la misma manera el discurso del detractor o amante del TLC con los Estados Unidos, el Sr. Ortega.
Por una parte vemos que desde el día primero de abril del año anterior, el TLC con Estados Unidos entró a regir en Nicaragua la propaganda oficial en dicho país con respecto al tratado comercial afirmaba “un puente hacia el futuro”. Vemos también cómo representantes de Inversiones ProNicaragua, adscrita a la Presidencia de la República de Nicaragua, vienen al país a promover que las empresas instaladas en Costa Rica emigren hacia nuestro vecino del norte para aprovechar así el libre comercio y las enormes ventajas comparativas (reales) que tienen sobre nosotros los ticos a raíz de la ya entrada en vigencia del TLC (ProNicaragua es una agencia financiada con recursos del Estado y donaciones internacionales que el año pasado atrajo $250 millones en inversión extranjera, lo cual no es nada inocente…).
Por otra parte, en su debido momento ni el presidente Ortega ni su partido mostraron oposición al TLC en Nicaragua, esa es la cara del Presidente, que dejando atrás sus inclinaciones ideológicas y un trasnochado discurso comunista, abre sus puertas al comercio internacional e inversión extranjera en procura de levantar al país bajo su mando, encaminándolo por el camino de la globalización y apertura a mercados internacionales. De igual forma, veo la vieja cara conocida de Ortega que participó el pasado 29 de abril junto con Hugo Chávez, Evo Morales, y el vicepresidente de Cuba, Carlos Lage, en el marco de la cumbre de la Alternativa Bolivariana para América Latina y el Caribe (ALBA). En la cual, por medio de la “Declaración del Tintorero”, acuerdan incentivar y participar en la lucha contra el TLC en Costa Rica, de la mano con la aceptación del discurso de Chávez por la lucha contra los tratados de libre comercio con EE. UU.; proponiendo el Tratado de Comercio de los Pueblos, de acuerdo a los principios establecidos en el ALBA como vía para lograr el crecimiento de la región y como instrumentos de liberación y emancipación de los pueblos de América Latina y el Caribe frente a lo que ellos llaman imperialismo norteamericano.
Sigo sin entender…., y es ahí donde me preocupo y cuestiono, ¿No será que el señor Ortega esta consciente de todos los beneficios que trae el TLC para la región, y pretende dejarnos por fuera para poder abarcar en su país las empresas que se encuentran actualmente en el nuestro? ¿Por qué no se opuso en su país al TLC, y si acuerda apoyar la campaña del “No” en el nuestro? ¿Porqué vienen personeros de ProNicaragua a exponerle a empresarios de nuestro país los beneficios del TLC, y por ello los beneficios y ventajas comparativas de Nicaragua con respecto al comercio libre de aranceles con EE.UU, siendo que es tan malo como lo afirman en acuerdos del ALBA?.
El principal problema es que así como el Presidente Ortega nos presenta su doble discurso para entrar a competir por las empresas localizadas en Costa Rica, asimismo (quizás sin esas contradicciones) los demás estados partícipes del DR-CAFTA, vendrán a nuestro país en procura de llevar empresas a sus países, lo cual es un comportamiento entendible, y a su ves preocupante, porque efectivamente estamos en una posición de desventaja frente a las facilidades arancelarias ofrecidas por los otros Estados parte del acuerdo comercial lo cual implicaría la partida de muchas de esas compañías hacia países vecinos, por ende sin TLC se irán las empresas del país, no es un invento es una realidad, entonces ¿Qué estaremos esperando?.

lunes, 18 de junio de 2007

FEUCR: Miedosos!

El día 18 de junio ibamos a mantener el tan esperado y anunciado debate de miembros de universitarios por el sí contra integrantes de la FEUCR, en el programa de Camilo Rodriguez que se transmite en las mañanas por canal 13.

Esos que pasan insultando a los miembros de "Universitarios por el Sí", que nos han obligado de forma imperante a debatir contra ellos, que nos han titulado de "marionetas" de Oscar Arias y don Otto Guevara, no se presentaron el presente día.

¿Por qué habrá sido?, ¿tendrán argumentos que sostengan lo que dicen?, argumentos para estar en contra del desarrollo del país.

Me parece un insulto lo que esta gente hizo no solo con nosotros, sino con el estimado Camilo Rodriguez. Es una ultranza que estos miedosos no se hayan presentado. Si tanto les da miedo dar la cara a ellos, ¿dónde están los verdaderos dirigentes de la UCR?

domingo, 17 de junio de 2007

Apertura de Stand: Información TLC

Les invitamos a visitar el stand de información a favor del TLC. Estaremos durante todo el mes de junio en la entrada de Ciencias Económicas recibiendo todas las consultas que ustedes tengan y obsequiando información sobre el tratado. Tenemos panfletos tales como "Lo más importante del TLC" y "El ABC del TLC" a su entera disposición.

Debo agredecer la gran ayuda que me han brindado todos en la apertura y manutención del stand, porque sin ustedes esto nunca lo hubiera podido llevar a cabo.

lunes, 11 de junio de 2007

¿Traición a la Patria o Protección al Estado Democrático?

Juan Carlos Tristán Rodríguez
Estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica


En mi condición de estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, y de joven amante del Estado Social de Derecho y el Estado Democrático del cual gozamos, me siento preocupado por el futuro de nuestro País. A raíz de ello me permito expresar los siguientes comentarios sobre diversos temas que son de mi preocupación, y deben llamar la atención del resto de la Ciudadanía Costarricense. Para lo anterior cito los siguientes artículos de nuestra Carta Magna, art. 1 “Costa Rica es una República libre, democrática…”, art. 2 “La soberanía reside exclusivamente en la Nación”, art. 3 “Nadie puede arrogarse la soberanía, el que lo hiciere cometerá el delito de traición a la patria”, y por último el art. 4 “Ninguna persona o reunión de personas puede asumir la representación del pueblo, arrogarse sus derechos o hacer peticiones a su nombre. La infracción a este artículo será sedición”. El termino sedición, el cual apareció en la era Isabelina en 1590 se refiere al hecho de incitar el desafecto hacia el Estado. En la actualidad lo podemos definir como las conductas de una persona o grupo de personas estimadas como motivo de insurrección contra el orden constitucional de un Estado, es decir una generación de conmoción, e incitación a resistirse ante la autoridad. Por otra parte, el sobreponer los intereses políticos personales sobre los intereses del Estado, es entre otras, una de las características del también delito de Traición a la Patria. El motivo que me ha incitado a escribir este artículo, es la preocupación, y temor por los hechos tan importantes sucedidos días atrás, siendo que detrás de las marchas, paros, bloqueos y demás, hay un espíritu visiblemente subversivo, el cual es nuestra responsabilidad analizarlo a profundidad, y no simplemente dejarlo pasar. Al alcance de todos los Costarricenses, en la página Web
www.anep.go.cr, se encuentra publicado un artículo del señor Albino Vargas, titulado “Primeras conclusiones de la marcha del 26”, en dicho escrito, parte quinta, el señor Vargas dice textualmente lo siguiente (lo resaltado es mío) “Ya no hay espacio para más marchas. La única marcha por hacer será aquella que selle la victoria ciudadana en esta cruzada heroica contra el TLC entreguista de los vendepatria….La Ciudadanía debe levantarse de costa a costa, de frontera a frontera, en acción profunda, ha llegado el momento oportuno…”. Creo que ha quedado suficientemente claro, saquen sus propias conclusiones….
Más allá de cualquier comentario con respecto al TLC, nosotros los jóvenes no podemos permitir que una clara minoría esté cometiendo transgresiones a la Patria. Tampoco podemos permitir que estén batallando contra nuestra democracia, paz social e institucionalidad que tanto nos han reconocido a nivel mundial. Estos grupos deben de darse cuenta que el pueblo costarricense por medio del sufragio, secreto y libre en unas elecciones limpias y democráticas delegó su poder y representación en manos de los señores Legisladores quienes en este momento estoy convencido tomarán la mejor decisión para los costarricenses. Señores, no es justo que intenten tirar abajo una Costa Rica pacífica, democrática, libre e independiente, por favor respeten; sino es por ustedes, al menos por nosotros los jóvenes, por la institucionalidad, por la democracia y por el Estado Social de Derecho en el cual la mayoría de los Costarricenses queremos seguir viviendo. La democracia no está en las calles, sino que estuvo en las urnas hace poco más de un año, y la vemos representada en la Asamblea Legislativa día tras día.

viernes, 8 de junio de 2007

Intervención y grupos del “no”

Juan Carlos Tristán
Tomado de La Nación

Según el Derecho Internacional Público, la soberanía de los estados es la principal característica de la escena política mundial en los últimos siglos y componente principal de dichos estados. Por definición, soberanía denota la exclusión completa de los estados en los asuntos internos de otros. El intervencionismo por parte de Estados en los asuntos que vulneren la soberanía de otro se ha considerado siempre como un acto hostil e inaceptable según la comunidad internacional.
En 1992, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas sugirió cuatro condiciones en las que el intervencionismo sería lícito: genocidio, amenaza de desastre ecológico importante, incumplimiento grave de los tratados de no proliferación nuclear y amenazas a la paz y seguridad.Contrario sensu, cualquier otra razón invocada para intervenir la política interna de un estado será claramente ilegítima. Aquella intervención no belicosa, pero sí “diplomática”, que procure interferir y menoscabar el orden constitucional y institucional de un estado con el fin de modificar su forma de gobierno, pasando por encima a la soberanía nacional de dicho Estado, y siempre que no se encuentre una de las situaciones de excepción ya mencionadas, es una intervención repudiada por la comunidad internacional.
Acuerdo de intromisión. Días atrás se celebró en Venezuela la reunión de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), que contó con la presencia de los presidentes Hugo Chávez, Evo Morales, y Daniel Ortega, junto con la sorpresiva representación de Costa Rica por parte del diputado José Merino del Río. En la misma se logró un resonado acuerdo de apoyar las campañas, movilizaciones y demás acciones para fortalecer el rechazo del TLC en Costa Rica. Se acordó entrometerse en el orden social, institucional, y político de nuestro país con el fin de fortalecer a los grupos del “no”.
A raíz de lo anterior, me permito realizar dos cuestionamientos. Primero: ¿Cuál será (en caso de que existiere) la legitimación del señor Merino del Río para arrogarse la representación del pueblo en su condición de diputado de la Asamblea Legislativa, para hacer solicitudes de intervención o intromisión a nuestro orden político en nombre del pueblo (recordando y resaltando el texto de los artículos 2,3 y 4 de nuestra Carta Magna)? Segundo: ¿No va esto en contra de la tan defendida “soberanía” por parte de las minorías contrarias al TLC, o será que se trata de un doble discurso?
Violación a la soberanía. Los detractores del TLC han manifestado que, por medio del TLC, perderemos la soberanía sobre nuestra nación, argumento ya rebatido en el sentido de que las políticas económicas que aborda dicho tratado fomentan el libre comercio y no atentan contra la soberanía. Viendo la soberanía como la autoridad que posee un grupo de personas (Gobierno en representación del pueblo, recordando que la soberanía reside únicamente en la nación, en nosotros los costarricenses) con derecho a tomar decisiones y a resolver conflictos en el seno de una organización política indudablemente interna. Me parece claro el concepto, y más clara aún la forma en que el acuerdo del ALBA representa un clarísimo caso de violación a la soberanía costarricense.
Entonces, pregunto a los grupos del “no” (como me permito llamarles por su negativa ante todo): ¿como alegan que el TLC va contra la soberanía si ustedes mismos suscriben y apoyan acuerdos paralelos con el ALBA para que se entrometan e intervengan en aspectos políticos y sociales de nuestro país? ¿No será ese el caso mas claro de violación a la soberanía de un país y, más triste aún, no será ese un llamado y una invitación a otros Gobiernos para que menoscaben nuestra soberanía?
El 1.° de mayo pasado, las banderas de la República Bolivariana de Venezuela (portadas por los grupos del “no”) se exhibían en nuestras calles por encima de las nuestras, los niños portaban broches con la leyenda “Venezuela es nuestro amigo, no al TLC”, y es entonces cuando, por último, vuelvo a preguntar: ¿Hasta dónde quieren llegar? ¿Hasta dónde nos quieren llevar con esos disfraces portadores de un marcado doble discurso y, por qué no, también cargados de una doble moral? Es hora de buscar explicaciones e ir atando cabos…

jueves, 7 de junio de 2007

Ineficiencia Estatal

Claudio A. Mora García
Estudiante de Economía, UCR

Cada vez que alguien me cuenta que fue asaltado o robado les hago dos preguntas: ¿lo golpearon?, y ¿se llevaron la cédula, la licencia, los cuadernos? Porque cualquier tipo de acción, como pasar por todo el trámite burocrático y las eternas filas y congestiones de sacar la cédula, ¡y ni hablar de la licencia!, nos podría recordar ese tenebroso día. Trámites que son interminables, con agotadoras y frustrantes filas para que al llegar a la ventanilla ojala se nos haya olvidado algún documento. Eso, si es que el edificio tiene electricidad.
Éste es solo un ejemplo que me lleva a decir que el Estado (no se si estará bien definido políticamente) debe preocuparse por darle una mayor agilidad a la a sus empresas y a la economía, debe servir como un aceite para que los engranes económicos y políticos funcionen en forma sincronizada. Que sean hermanados con las necesidades de las firmas y los consumidores y no que sea un obstáculo para el desarrollo.
Si el estado desea mantener sus empresas burocráticas, ellas deben estar al servicio de sus clientes y no al revés (de hecho, por ley constitucional debe de ser así). Deben tener una función eficiente tanto tecnológica como económicamente, donde el uso de los insumos siga una distribución óptima dependiendo del nivel de producto, y donde no existan desperdicios… bueno, al menos ésa es la intención.
La mejor manera de que funcione una empresa burocrática es que se maneje como si fuera una empresa de capital privado, inclusive debe ser manejada aún mejor ya que el capital con el que funcionaría es público, es de “todos nosotros”. Y somos “todos nosotros” los que reclamaríamos ante un problema y no solo la junta de accionistas. Con el fin de que funcionen mejor, deberían insertarse esquemas de organizaciones privadas dentro de las empresas estatales y buscar mejores formas de manejo y administración del personal. Estoy de acuerdo con que el gobierno mantenga compañías, pero, de nuevo, deben de ser eficientes. Se podrían llegar a ahorrar grandes sumas de dinero si los recursos fueran reacomodados.
La intención de reacomodar recursos no es, necesariamente, despedir a empleados, las deficiencias podrían venir de otros factores tales como el capital o los lugares de trabajo (como el tipo de oficina o inmobiliaria con la que se cuenta). Pero si los problemas proceden de la mano de obra se presenta un problema mayor. Para ilustrar esto, es obvio suponer que el salario que el Estado les estaba pagando era tal que cubría el costo de la siguiente mejor alternativa de trabajo con la que contaban. Es decir, en cualquier otra labor su salario debería ser casi igual o ínfimamente menor, sino cambiarían de empleo. Pero… ¿lo cambian, o… lo cambiarían?
Yo creo que habrá algunos que sí lo cambiarían pero otros que no, y estos son precisamente el problema pues se van acumulando con el tiempo.

Una vez más, democracia

Claudio A. Mora García
Estudiante de Economía, UCR
Publicado en La Nación.

Muchos se preguntarán qué hace un estudiante de economía hablando de algo tan complejo como la democracia, bueno… es que matriculé un curso de ciencias políticas que se llama Sistemas Políticos Comparados, y me ha dado varias reflexiones que considero importantes. Las ideas las he obtenido de un libro de lecturas sobre diversos escritores de la ciencia, que es requisito de la clase tener. Entre ellas se encuentran varias sobre la definición de democracia y sus objetivos.
Para aclarar mi tema en este artículo primero quiero tocar ciertos puntos.
Uno de los autores que aparece en la antología es Vladimiro Naranjo (espero que a los politólogos les suene un poquito porque a los economistas no tanto), y establece varias pautas para la “existencia de una democracia”. Me parece importantísimo remarcar en estos tiempos una de ellas: “que se base en el principio de la soberanía popular”.
Soberanía popular referente al poder en manos del pueblo. Somos nosotros los que decidimos el camino a seguir. Aunque aquí se presenta un problema ya que el pueblo de Costa Rica lo conformamos más de dos millones de personas (que serían las mujeres y hombres mayores de 18 años). Por ello sería un poco difícil que manejáramos todas las decisiones políticas. ¡Si 57 no se ponen de acuerdo, imagínese usted poner de acuerdo a dos millones de personas! Entonces lo que hacemos es escoger representantes, como los diputados y el presidente, usando un método de elección individual: el voto.
Por otro lado, Robert Dahl (también dentro de la antología) establece varios límites para la evaluación del funcionamiento y aplicación de una democracia. Conforme la aplicación se acerque a estos límites, la democracia será “mejor”. Uno a evaluar es que la alternativa con mayor número de votos se proclama elección ganadora.
Resumiendo, los representantes, como los diputados, son representantes de la mayoría y su medida será la representación de la mayoría. La decisión que se proclame como ganadora será la decisión con mayor número de votos.
De esta forma, los representantes elegidos son los preferidos por la mayoría del pueblo, de una forma que se debe considerar correcta. En ellos queda plasmada la decisión de la mayoría: las decisiones adoptadas por ellos deberán ser lo más congruente posibles a las adoptadas por sus electores.

Entonces, si en la Asamblea Legislativa se intenta usar las “herramientas institucionales” que permite el reglamento legislativo con el fin de boicotear las decisiones de los representantes de la mayoría respecto a algún proyecto de ley, se estarían incumpliendo dos principios básicos de la democracia. Primero se ignoraría la decisión de la mayoría respecto a estos temas porque se obstaculiza la votación con el fin de hacerla cada vez más lejana, lo cual lleva a que la decisión ganadora no sea la de la mayoría sino la escogida por los que más gritaron.
Segundo, si quisieran respetar la decisión del pueblo, al llegar al periodo de votación y estar tan seguros de que el fallo será a favor de ellos, ¿cuál es el miedo a posponer la votación? Así, al menos, podremos seguir avanzando en demás proyectos sumamente importantes.
No por esto digo que todos los proyectos deben ser inmediatamente votados. Estos proyectos ¡deben de ser discutidos!, y todas las herramientas que permite el reglamento deben de ser usadas. Pero siempre y cuando no sea con el fin de paralizar la votación, que es cuando se demuestran la decisión que adoptará la mayoría: los que tienen el poder… deberían tenerlo.
La manera correcta de oponerse a un proyecto de ley no es atrasando su elección, sino apresurando su votación; donde se demostrará que la ley es mayoritariamente desventajosa o menos preferida (en el caso de que la votación fuera en contra de la ley). Por lo que el atraso de éste, y los demás, proyecto de ley se puede omitir con el fin de adelantar la votación de otros. Se estaría demostrando que la paralización de la agenda no es necesaria porque es mayormente preferido no aprobar ese paquete de leyes.
Si resultara que la opción es elegida, entonces se demuestra que la mayoría prefería esa opción y, por lo tanto, resultaría perjudicial para la colectividad toda la tediosa prórroga en que se pudo haber incurrido en caso de que una minoría se opusiera al plan.

sábado, 2 de junio de 2007

Retiro agenda de implementación

Ottón Solís
Tomado de La Nación

Los 13 proyectos de ley de la llamada agenda de implementación son parte inseparable del TLC. Tanto es así, que si este fuese ratificado pero uno solo de esos proyectos no fuese aprobado, el TLC no entraría en vigencia. Todos se mencionan en el TLC como obligaciones complementarias que debe cumplir el país y corresponden íntegramente a la ideología plasmada en el TLC. Algunos de los temas controversiales del TLC están contenidos en esa agenda de implementación.
Por la anterior, no sería honesto, y menos democrático, anunciar con bombos y platillos que el pueblo decidirá sobre el TLC y al mismo tiempo mantener en conocimiento de la Asamblea Legislativa esa agenda de implementación. Si es el pueblo es el pueblo, y no 57 diputados. Si una parte del TLC se procesa en la Asamblea Legislativa mientras se le dice al pueblo que él es el que decide por medio del referéndum, se estaría gestando una burla y el viento se habría llevado toda la retórica relacionada con el acto democrático que significa el referéndum.
Por lo anterior he solicitado al Presidente que se proceda a congelar el conocimiento por parte de la Asamblea Legislativa de la agenda de implementación al TLC. Si no se procede de esta manera, el Gobierno estaría actuando bajo el errado supuesto de que una cosa es el TLC y otra la agenda de implementación y que procedería someter al pueblo el referéndum y al mismo tiempo promover esa agenda en la Asamblea Legislativa.
El PAC no puede cohonestar ese engaño. Me he referido a este tema ya en tres cartas enviadas al Presidente y nuestros diputados han sostenido numerosas conversaciones con diputados de las fracciones que apoyan el TLC.
Si el Gobierno prosiguiera con esa agenda en la Asamblea Legislativa, estaría actuando como si el TLC y la agenda de implementación fuesen asuntos independientes. En esas circunstancias nosotros también asumiríamos que el TLC es un proyecto independiente, y por lo tanto el resultado del referéndum no nos comprometería en relación con esa agenda. Esto nos obligaría a utilizar todas las herramientas institucionales que nos permite el reglamento legislativo, para impedir que se cohoneste el engaño al pueblo. Esta acción a favor de la democracia y de la integridad del referéndum, continuará aún en el desafortunado caso en el que ganara el SÍ.
Nuestro compromiso. Esperamos que el NO gane en el referéndum y que, por lo tanto, para bien de este país, no habrá TLC. Mientras tanto, si se congela esa agenda, se estaría aceptando entonces que el TLC y la agenda de implementación son un todo inseparable. Si se procede de esta manera y desafortunadamente ganara el SÍ en el referéndum, jamás seríamos un obstáculo para que el país tenga lista esa agenda, necesaria para la entrada en vigencia del TLC, en el plazo requerido. Ese es nuestro compromiso.
Un acuerdo en estos términos abriría muchos espacios en las semanas y meses que se avecinan, para discutir, construir y avanzar sobre los numerosos temas del desarrollo y de modernización del Estado que están pendientes. Estoy seguro que con nuestras propuestas, las del Gobierno, las de otros partidos políticos y las de los sectores sociales, empresariales y académicos, podríamos, por medio del diálogo, encontrar muchas áreas de acuerdo sobre la Costa Rica del siglo XXI y como lograrla.
Los defensores del TLC han sido sordos a sugerencias, aun de quienes hemos querido un TLC con Estados Unidos. Al contar con mucho del poder institucional y la complacencia de algunos medios de comunicación, no han sentido la necesidad de poner atención a las propuestas de quienes también tenemos derecho y mandato para impulsar nuestra visión sobre la modernización del país. Por ejemplo, hoy queda totalmente demostrado que estos TLC se podían renegociarse (aún después de ratificados legislativamente). Pero cuando lo sugerimos desde el primer día después de conocer el TLC acordado, se desechó con mentiras la propuesta.
Los puntos que se están renegociando en los TLC de algunos países, con el total acuerdo en Wash-ington, son idénticos y van en la misma dirección de las objeciones nuestras. La terquedad de algunos ha hecho más acérrima la oposición y vergonzosamente hace que tengamos ante nosotros un TLC peor que el de algunos países que ni por asomo tienen el prestigio de Costa Rica. Espero que en este caso se considere nuestra justa y equilibrada propuesta.
Castro y Chávez. En el ínterin, los círculos alrededor del Gobierno que desean y promueven la polarización del país, ahora intentan utilizar las posiciones de los presidentes de Venezuela y Cuba para desacreditar la lucha contra este TLC. En esos círculos saben que el PAC y este servidor tenemos cero relaciones con Chávez o Castro y que nunca hemos tenido contacto con ellos, ni hemos recibido ni aceptaríamos un centavo de su dinero. El PAC es la antítesis de la demagogia y de las simplificaciones, lo cual automáticamente nos ha diferenciado tanto del neoliberalismo, sobre todo el criollo, como de lo que podríamos denominar el neobolivarismo.
Intentar equiparar a toda la gente que en Costa Rica se opone a este TLC con Castro y sus correligionarios, por el hecho de que ellos se oponen a los TLC, es destructivo e irracional. En primer lugar, estos personajes se oponen a cualquier TLC con los EE. UU., mientras que nosotros siempre hemos querido un TLC con este país (y con la UE, el Mercosur, China, Japón, etc.). Lo que sucede es que creemos que este TLC debe ser renegociado, pues así como está no conduce al bien común.
En segundo lugar, intentar asemejarnos a Castro y Chávez por la posición ante el TLC es tan absurdo como que intentásemos asemejarnos a los que apoyan al TLC con algunos cuestionados expresidentes, simplemente porque también lo han apoyado o con uno de los presidentes de más dudosa reputación moral que ha tenido Latinoamérica, Salinas de Gortari, quién fue pionero de ellos. De igual manera sería disparatado pedir que se nos asemejara con más de la mitad del Congreso de EE. UU., únicamente porque también se opone y desea renegociar varios aspectos de estos TLC.
Mi propuesta al Presidente para congelar la agenda de implementación nos trasportaría de este clima de polarización a uno de gobernabilidad. Pero, sobre todo, sería una señal de respeto al pueblo y a la majestad democrática del referéndum.

viernes, 1 de junio de 2007

Universitarios por el SI: Venciendo el miedo

Mal haría la sociedad costarricense en excluir a su juventud de la discusión sobre el Tratado de Libre Comercio y la importancia del referéndum. Resulta imperioso para todos y cada uno de los sectores sociales manifestarse e informarse al respecto, especialmente los jóvenes, quienes probablemente seamos los mayormente interesados por el resultado del referéndum. En esta coyuntura política, es tanto nuestro derecho como nuestra obligación corresponder a este llamado y a esta oportunidad cívica que la patria nos da.
En el contexto de las universidades públicas, su pasado se ha caracterizado por numerosas luchas para que se escuchen las distintas voces de toda la familia universitaria, sin miedo a la represión y a la violencia. No obstante, a poco tiempo de cumplirse la primera década del siglo veintiuno, nos encontramos con estudiantes y profesores invadidos por el miedo a expresar su posición favorable al tratado, debido a una opresión sistemática y muchas veces tácita dentro de la universidad.
Algunos grupos de profesores y estudiantes, que dicen apoyar y defender la libertad de expresión, la atropellan con conductas intolerantes y violentas, dejando de lado la pretensión de pluralidad de pensamiento y diversidad de ideas propias de una casa universitaria.
Los centros de enseñanza superior, como las universidades públicas, -alma mater del pueblo costarricense-, tienen la obligación no solo de respetar las diferencias de pensamiento, sino generarlas, pues como lo dijera sabiamente don Rodrigo Facio: “Una universidad donde se coartara el derecho a exponer o a contradecir cualquier idea, dentro de lo cánones de la mayor compostura en la palabra, sería una Universidad no más de nombre”.
Convencidos plenamente en dichas palabras que reflejan el quehacer de una verdadera Universidad, es que un grupo de universitarios (tanto estudiantes como profesores), preocupados porque la voz de los que estamos a favor del TLC no sea ignorada y mucho menos amedrentada, hemos conformado un grupo denominado “Universitarios por el Si”, empeñados en hacernos escuchar y exigir los espacios pertinentes para garantizar que todas las posturas estén debidamente representadas. De esta forma, nosotros hacemos dos llamados: el primero a nuestros compañeros agobiados por el miedo para que se nos unan y demostrar que en el ambiente universitario nuestra voz también cuenta. El segundo es un llamado para acabar con la parcialidad de la información producida dentro de la universidad. Ambas excitativas las realizamos con el fin de lograr una discusión responsable, en un ambiente de respeto, sobre este tema tan fundamental para el futuro de nuestra nación.