miércoles, 26 de diciembre de 2007

Sobre la ayuda social y sobre la ayuda economica

Orgullosamente el pasado 24 de diciembre día de navidad y de reflexión, los señores Claudio Mora Garcia y Esteban D. Siles se apoderaron de la sección de opinión del periódico La Nación. Los artículos de nuestros asociados tocaron el tema social desde distintos vértices, por un lado el señor Mora escribió de disminución del gasto de las familias mediante las bondades que vendrían de un hipotético cambio en el modelo de mercado, enfocándose desde una corriente Chicaguense; por su parte el señor Siles escribió sobre la acción directa que el Estado costarricense se ha tardado en darle a uno de los obstáculos mas importantes que tiene este país para alcanzar altos niveles de desarrollo: los cinturones de miseria, e hizo una mención a la ONG "Un techo para mi país" que contribuye a aliviar este mal, a su vez se dejo la espinita del manejo que se le da actualmente a los "bonos de la vivienda" que otorga el poder ejecutivo no siempre a los mas necesitados. Sin mas preámbulo:

Un nuevo mercado: de los consumidores

Claudio Mora Garcia
Estudiante de Economía, UCR

De igual forma que Martin Luther King tenía un sueño, yo también tengo uno: un nuevo modelo de comercio internacional. ¡Debemos escoger: beneficiar a los consumidores (un comercio más libre) o beneficiar a los productores (un comercio más restringido)!

La historia ha demostrado que las medidas aplicadas hasta ahora han estado enfocadas en darles mayores beneficios a los productores antes que a las personas. Si las medidas no estuvieran enfocadas a protegerlos, entonces no habría razón para otorgar subsidios a productores nacionales (como es el caso de EE. UU. y la UE), o mantener cuotas de importación (como ocurrirá en muchos productos agrícolas con el TLC), o imponer altos aranceles a las importaciones (como sucede en Costa Rica con los productos avícolas, algunos granos, los autos, etc.).

Enfoque. El nuevo modelo que propongo se enfoca en dar mayores beneficios a los individuos, para lo cual se deben tomar las siguientes medidas:

k1. Disminuir los aranceles a tasas próximas al nivel de libre mercado: darles libre entrada a las importaciones. Así, todos nosotros podremos escoger libremente cuál bien realmente es el que preferimos, y nuestra decisión no necesariamente estará forzada creando un sesgo de selección. La mayor disponibilidad de bienes a precios menores se convertiría en una mayor satisfacción de necesidades.

k2. Eliminar todo tipo de impuesto a la producción interna, incluso los subsidios y las cuotas a las importaciones, ya que distorsionan el sistema de información de precios del mercado y no le causan ningún bien al consumo. La única consecuencia de eliminar estas trabas sería un aumento en el bienestar. Además, la eliminación de impuestos, subsidios y cuotas le permitirá al individuo, primero, adquirir bienes y servicios a un precio real y no a uno que le mienta, y, segundo, que su decisión no esté sesgada por alguna institución en favor o en contra de algún bien en especial.

k3. Fomentar una mayor competencia en el mercado: evadir todo tipo de asociación o gremio de productores que intenten organizarse. Esto elimina el poder del mercado concentrado en unas pocas manos: se estimula la competencia y los precios disminuyen. Además, nos evitamos la posibilidad de que empresas sumamente grandes, como la Florida Co., sean fijadoras de precios y puedan generar beneficios sumamente altos en detrimento de todos los que consumimos cerveza… perdón, agua Cristal y Tropical.

k4. ¡E imponer restricciones a las exportaciones! El aumento en las importaciones y el aumento en la oferta interna generaría precisamente reducciones en los precios: el costo de comprar bienes también se reduce. ¡Y todo resulta más barato!

Limitaciones. Por supuesto que esta utopía de tener tal cosa como un nuevo mercado, enfocado en los consumidores antes que en los productores, será muy difícil de implementar por diversas razones. Una de ellas es precisamente la limitada fuerza de negociación que poseemos el grupo de los consumidores vs el diminuto grupo de productores que lucha enérgicamente por defender sus intereses.

Pero, aun así, ¿a quién no le gustaría poder comprar alimentos a precios menores que los actuales! Es muy obvio: los productores dificultan la única cosa que tanto nos beneficia a nosotros y que tanto les perjudica a ellos: la competencia.

Debemos tener cuidado, no recomiendo implementar las ideas anteriores, ya que no son del todo buenas para una economía. Claramente esto es un sueño. No quiero sonar extremista, pero, si no comparamos el negro con el blanco, nunca hubiéramos descubierto el gris. Yo lo que he querido hacer aquí es incorporar los colores a la discusión.

Un techo para mi país


Esteban D. Siles
Estudiante de Ciencias Políticas, UCR

Cada 4 años se celebra el Día del Pobre, el nuevo mandatario les promete un mejor futuro con empleo, educación, salud y vivienda digna; sin embargo, el 9 de mayo, todos los infortunados vuelven a ser un número bajo una línea de pobreza. La época navideña sirve para que los pobres tengan su sueño y la televisión transmita el sufrimiento ajeno. Ahí ellos son las estrellas, pero la mayoría de los que no viven esta experiencia en carne propia se mantienen expectantes e indiferentes.

Hace poco 200 jóvenes, voluntariamente, tuvimos oportunidad de hacer lo que los bonos de la vivienda no han conseguido: construir una vivienda digna para muchas familias que habitan entre la tierra y las latas oxidadas que les sirven como “casa”. El proyecto de Un Techo Para Mi País (UTPMP) impulsado desde Chile es altruismo legítimo; solo se construye una casa pero, a la vez, nosotros los jóvenes deseosos de preparar un mundo menos desigual, vemos el problema de frente y con sus dimensiones reales. Por un lado estamos dando una mano al Gobierno, que se entorpeció en la labor humanitaria directa sobre las familias en pobreza extrema; por otro, estamos haciendo posible una realización personal que tenemos todos los jóvenes en cuanto a mejorar la calidad de vida de la mayor cantidad de gente posible.Construir 5 casas en un precario donde viven hacinadas 100 familias es solo un cambio minúsculo para un gran problema, pero para una de esas familias si es un empujón enorme: ¡Una preocupación menos!

Paradojas. Las cifras oficiales dicen que hay entre 15% y 20 % de la población bajo la línea de pobreza ( Estado de la nación , 2007). Solo bastan 5 familias para razonar sobre lo que sufren los otros 68.000 hogares en dicha condición y ver que la gente no es pobre por que quiere o por vagancia, sino porque el día a día limita en muchos aspectos a todas estas personas. Otro dato que resulta paradójico es que Curridabat –donde construimos esas 5 de las 24 casas– es el tercer cantón en desarrollo humano y líder en urbanismo, inversión y profesionales graduados (IDH, 2005); sin embargo, la realidad que vimos es otra: Miravalles, Valle del Sol y otras comunidades de Tirrases viven sumidas en la pobreza y al amparo de las organizaciones de bien social, sin que los más pequeños puedan aspirar a salud, educación y el sueño de un mejor mañana. Fue suficiente preguntar a un niño: ¿Qué quiere ser cuando sea grande? y no recibir respuesta, para entender la visión de mundo que están heredando las nuevas generaciones en zonas como estas.

Los bonos de la vivienda muchas veces se han convertido en una de las tantas piezas de clientelismo electoral del engranaje político nacional; es vergonzoso tener que reconocerlo ante extranjeros.No es posible acabar con el problema de un día para otro mediante un decreto o ley, pero tampoco es justificable que los recursos destinados a erradicar tugurios y mejorar la calidad de vida de los más desfavorecidos terminen gastados en trámites burocráticos o, en el peor de los casos, en las bolsas de un inescrupuloso. Tal vez apoyando iniciativas como las de UTPMP, que son de acción directa y voluntaria, se esté dando un paso grande en el combate a la pobreza que este país tiene pendiente. Que los recursos vayan a personas con la voluntad de ayudar de corazón porque, si por la víspera se saca el día, con la voluntad política nos quedaremos esperándola muchas décadas más.



EyP

martes, 18 de diciembre de 2007

25 de diciembre.


Claudio A. Mora García
Estudiante de Economía, UCR.
Asociado de EyP.

En economía es muy difícil incorporar cuestiones que reportan un nivel de felicidad tan grande como lo hace la navidad. Porque es un bien no material que, por su mejor definición literaria, nos complace disfrutar a todos, pero aún así no tiene precio y no puede ser adquirida por “pequeños paquetitos” en un mercado. Es una época que solo es disfrutada una vez al año.

La Navidad, que proviene de la palabra “natividad”, no debemos reducirle su significado a la definición católica de celebración del nacimiento de Jesús. Navidad es mucho más que eso. Navidad involucra una época de amor y perdón, un tiempo de paz, por el que inclusive conflictos mundiales han cesado temporalmente para darle paso a su celebración. Navidad suele recordarnos la época en que el 11º mandamiento fue creado: “que, como yo os he amado, así os améis también vosotros los unos a los otros”, la enseñanza más importante de Jesús.

Sin importan cuál sea la definición de navidad, o si le llamamos de otro nombre, si la celebramos o no, disfrutémosla con nuestros seres más queridos y regocijémonos del momento. No pensemos en lo que ya ocurrió, sino en lo que está sucediendo y en lo que puede llegar a cumplirse. Dejemos de lado nuestros caprichos y más tercos rencores con otras personas durante este día, para poder vivir en paz y alegría. Intentemos que la nueva relación a empezar el 25 perdure y sea la mejor para los años por venir.

Preocupémonos de las personas que más amamos así como de las personas más necesitadas. Y en especial, acordémonos de aquellas otras que tanto daño les hemos o nos han causado, y en pocas palabras busquemos el valor para empezar una nueva relación. El trazado de nuestras vidas en el mayor bienestar ocupa de paz y ningún reuma.

Dejemos que esta sea una época, y no un día, lleno de esperanza y buena voluntad. No nos limitemos a un 25 de diciembre. Démosle libre vuelo a nuestro corazón, pero nunca dejemos de lado la razón para encontrar la mejor solución.

Disfrutemos del ambiente tan cálido que rodea estas fechas en un clima de frialdad característico de la época. Donde solo se respira aire de felicidad y se mira esperanza para un mejor mañana. Y que al final, como dice la canción, ésta sea una “noche de paz, noche de amor”.Construyamos juntos un mejor futuro para todos los costarricenses. Eliminemos todo clamor de la sociedad y fundemos una Costa Rica llena de bienestar.

Aún cuando celebremos la navidad solo una vez al año, ¡esto no es ninguna regla! Podríamos alargar su periodo de festividad a uno permanente. Que poco tardaríamos en darnos cuenta de los beneficios de poder disfrutar en el presente los mejores momentos en remembranza del pasado.

¡Cada vez que vamos por julio espero que ya sea diciembre para poder comer tamales! A usted le podría ocurrir lo mismo, entonces, ¿para qué esperar?

Por ello es que los invito a contagiarse del espíritu navideño no para este 25, sino para el resto del año. Vivamos una época de paz y amor. Feliz navidad.




EyP

jueves, 13 de diciembre de 2007

Pobreza, regalos y navidad. ¿Y la educación?


Claudio A. Mora García
Estudiante de Economía, UCR.

Hace poco un amigo me preguntó por qué no escribía algo sobre navidad. Ahora lo estoy haciendo.

Navidad parece ser una época en el que el corazón se antepone a la razón, y la necesidad por resultados a corto plazo se antepone a la constancia de felicidad por medidas de largo plazo. Pero, ¡por supuesto! Si es que la navidad solo dura un día, y el espíritu navideño solo lo podemos disfrutar a partir de diciembre, porque todos estamos muy ocupados desde antes. ¡Por ello es que queremos ver los resultados cuanto antes!

Navidad siempre es una época en el que los noticieros (como el que he visto hoy y ha sido, junto a una actividad de la ADECO, mi motivación para escribir esto) le ponen pico y cola a las carencias de los más necesitados, y así aumentar su audiencia: anunciando una familia pobre y promoviendo que se les den donativos como obsequios materiales, ¡que para nada constante nada sirven!

El darles regalos a las personas de escasos recursos es, obviamente, algo positivo. Pero ésta no es la mejor medida que podemos adoptar frente a la pobreza. El darles regalos materiales (como una muñeca, o una bola de “fut”, los usuales donativos) nunca les eliminará su peor padecimiento: ser pobres. Los obsequios de este tipo solo sirven para ser consumidos en el instante que se les dan, y la felicidad provocada no dura más que un día, el 25 de diciembre. Justo lo que todos nosotros ocupamos, pero sin pensar en los demás.

Se ha demostrado que las dádivas, en general, no son sinónimo de un mejoramiento constante en el bienestar. Sino que se deben adoptar medidas cuyos sus efectos sean más constantes en el tiempo. Aún así, la navidad parece ir en contra de todo lo propuesto como “positivo” hasta el momento, y parece desviarse hacia las prácticas improductivas. La navidad, una vez más, ha probado ser la evidencia empírica de que las decisiones sociales siempre nos desviarán del óptimo social, y nunca obtener los mejores resultados.

El mejor regalo de navidad para un pobre no es una muñeca, o una bola de fútbol. ¡No, esto no es! El mejor regalo para un pobre es ¡dejar de ser pobre! ¿No es muy obvio?, ¿por qué no nos damos cuenta? Pero aún así insistimos en obsequiar los objetos equivocados que nunca les sacarán de la pobreza y quitamos nuestras miradas del correcto: ¡la educación!

Educación.

Ese es, precisamente, el mejor regalo que todos estos niños, niñas, familias, padres y madres pueden recibir. El problema es que ¿quién tiene tiempo para eso, si los resultados los ocupamos a más tardar el 25? A nadie se le va a ocurrir regalar más de un día propio para obsequiar felicidad y ayudarles en el estudio, nadie va a sacar un tiempito para los pobres. ¡Qué problema con el montón de hipócritas que regalan objetos y luego se sienten muy bien consigo mismos, sin haber pensado en educación!

Costarricenses, ahórrense su dinero, e inviértanlo en educar a sus niños. Antes de comprarle una muñeca a la chiquita, regálenle un juego de lápices y un cuaderno para cuando entre a clases. Regálenle una beca para que termine el próximo grado, tal vez hasta ofrézcanle ayuda en el estudio. Exijámosle al gobierno no cosas materiales para los pobres, sino una única cosa: más educación para los pobres.

Ese es el mejor regalo para todos.

Feliz navidad.




EyP

jueves, 6 de diciembre de 2007

Etanol como medio energético

David Chacon.
Estudiante de Física Pura, UCR.
Publicado en La Nación.

El etanol no es intrínsecamente un mal negocio. Aunque ha estado en el tapete desde que Henry Ford lo consideró como un combustible potencial para su modelo Ford T, la única nación que ha explotado su potencial práctico es Brasil. Un amplio sector del transporte de ese país utiliza etanol refinado de la caña de azúcar, que llena los tanques de vehículos adaptados al uso de ese biocombustible, fabricados en el propio país.

La clave para reducir los impactos económicos y ambientales del etanol consiste en usar desechos alimenticios y cultivos explícitamente dedicados a la producción de combustibles en tierras desgastadas o no apropiadas para otras formas de agricultura.

A mi criterio, el uso del etanol en Costa Rica tiene muy buena proyección, debido a que somos un país de agricultura muy desarrollada, gran generadora de ingresos. Ahora bien, si somos esto, quiere decir que hay un motor excipiente de desechos, que en este ámbito no son desechos, ya que tenemos piña, arroz, gallinaza, desechos vacunos, etc., y, entre muchos otros, uno que genera muy buenas utilidades en este marco: el bagazo de azúcar, debido a su estructura molecular, alta en celulosa, cuya composición es altamente rescatable y fácilmente procesable, en contraste con otras fuentes de etanol.

Petróleo insostenible. El precio de los hidrocarburos ha hecho impacto en la generación de energía eléctrica, un gran retroceso en el plan ecológico y económico del país.

No obstante, el ICE se cierra en una pugna por estos recursos energéticos, solo por el simple motivo de que uno de los 19 ingenios en Costa Rica pertenece al presidente Arias (cabe destacar que el ingenio Arias no representa la mayor generación de insumos por este producto, y los otros productores juntos superan por amplio margen su producción). Ahora bien, por no utilizar estos desechos, no solo limitan el uso del bagazo de caña, sino también el resto de los mencionados y las decenas de productos cuyo empleo en este medio es ampliamente útil.

Esto nos lleva a una encrucijada: el ICE debe decidir si reutiliza el material existente o si sigue gastando recursos en los caprichos del constante aumento petrolero, cosa que “tiene ya proyectado en este momento”.

En síntesis, ¿está el ICE planteando un sistema solidario abierto a ideas por el bienestar del país, o está metido en una batalla ideológica sin fin?



EyP

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Critica sobre la crítica*

N

o se puede leer de forma crítica una obra si antes no se ha hecho una lectura completa en la que el hilo conductor someta el criterio del lector a una serie de variables, o parámetros, que logren articular una respuesta coherente ante los argumentos dados. Esta premisa me ha obligado a acudir a las páginas completas del libro “Cambio Social y políticas progresistas en la globalización” en el que el Profesor Sergio Moya Mena expone, según Evo Morales, como “los movimientos sociales basados en principios de reciprocidad y complementariedad, han iniciado procesos históricos irreversibles en la búsqueda de un mundo mejor". Existen ciertos supuestos que constituyen la base del discurso del mariateguista, y que ameritan una humilde revisión.

Desde la supuesta decadencia y agotamiento del modelo de la globalización neoliberal y su “fracaso” rotundo, hasta la posibilidad de otra América están en tela de juicio, sin embargo este ensayo pretende propiciar la discusión respecto al primer punto, dejando de lado la discusión sobre la viabilidad de un altermundo. En su opinión, la globalización neoliberal y el bienestar humano son, en el fondo, enemigos. Muy en el fondo debe de ser, porque todas las mejoras e incrementos en nuestro nivel de vida han sido provocados por el capitalismo y el empuje empresarial. De hecho, la característica de la corriente neoliberal que le ha permitido trascender en el tiempo y adaptarse a los cambios, mas allá de obedecer a las confabulaciones del “imperio” obedecen a la flexibilidad de la doctrina y al carácter social de sus postulados, por social se entiende que desde Hobbes los pensadores liberales han partido del supuesto de que el hombre en un animal con cerebro y sus acciones obedecen a los incentivos que reciba: no es cierto el mito del buen salvaje que es enajenado por las practicas sociales.

Toda ideología se puede dividir en dos partes bien diferenciadas. La primera seria la de las ideas esenciales, que no cambian ni se alteran con el tiempo, en esta caben las ideas del libre comercio y los postulados sobre la libertad del individuo. La segunda serían las ideas accesorias, que emanan de las primeras y que resultan del intento de aplicación de aquellas a la realidad momentánea, estas son las que han permitido que el capitalismo se llame hoy globalización. Éstas últimas pueden y deben cambiar, incluso legar a desaparecer. Son “las guardianas del modelo”[1].

En el primer capitulo de su libro, el profesor Moya describe las dimensiones concretas y objetivas que tiene globalización, según su tesis “es una ruptura con el capitalismo de reformas asociado al keynesianismo que ahora da paso a la acumulación capitalista como fin en sí mismo, dominando el conjunto de los procesos de la vida social”[2] Sin embargo, el enfoque capitalista actual pone en primer termino el beneficio del consumidor y no a la acumulación. La acumulación es en si una facultad que se puede alcanzar por medio de la producción, pero no es el fin, el fin consiste en dar el mejor producto o el mejor servicio a mayor cantidad de clientes por una razón muy simple: entre tanta competencia, si no le gusta mi producto, va y lo compra en otro lado. Si aceptáramos el presupuesto de la acumulación tendríamos que declarar que el negocio del empresario no está ya en “explotar” al mayor número de personas (como lo citaba la tesis marxista), sino en despedirlas a todas. Ya pueden tomar nota los empresarios: si quieren aumentar sus beneficios despidan a todos los trabajadores. Es entendible que no todos los mercados funcionan de manera ortodoxa, existen fallas que distorsionan la distribución tanto de la oferta como de la demanda y el nivel de precios (entre otros factores), no obstante, soy optimista respecto a la necesidad de ampliar la esfera de aplicación de la economía de mercado abierto pues esta es la única forma de garantizar que la teoría sea llevada a la practica.

Por otra parte, se hace presente en las líneas del profesor Moya la noción de una ciudadanía degradada[3] según este los seres humanos ahora estamos regidos por el concepto meramente materialista de la sociedad, el profesor Moya hace entender que estamos en presencia de un necesitarismo social en que la causalidad es económica. El dinero lleva a mejorar el bienestar y el bienestar lleva a la felicidad; este argumento me deja ciertas inquietudes. Las prácticas mercantilistas se constituyen en amenazas a la democracia, la igualdad, la justicia social, el equilibrio ambiental, etc. y resultan nocivas para los intereses de los ciudadanos, de la gente común, para los excluidos del poder económico, político o mediático. Si bien es cierto que las fuerzas mercantilistas y la maquinaria propagandista han fabricado un modo de vida Light, existen tendencias alrededor del globo que se constituyen en agentes de autogestión como es el caso de las cooperativas en Centroamérica y Europa que representan un espacio de alcance a esas necesidades materiales, al igual que las herramientas de comunicación colectiva como el Internet el cual está en una etapa adolescente y que aun así permite grandes beneficios, si observamos su alcance en estos 15 años podríamos vislumbrar un avance significativo en el manejo de la información y la inclusión social equitativa. Según James Tobin el avance tecnológico es el que provocara una democratización de los mercados financieros: hoy en día, cuando en cualquier momento cualquiera puede comerciar en el mercado de valores con su computador[4]. Aquí podrían surgir dos objeciones: la primera radica en que una transacción bursátil no esta al alcance de un Mincho Mayorga -por poner un ejemplo-, la segunda objeción en que ¡no todo el mundo tiene acceso a computadoras ni al Internet!; estamos de acuerdo, pero Roma no se hizo en un día y hace 15 años no existían programas como One computer per child[5] que pretende disminuir la brecha tecnológica en el mundo “subdesarrollado”[6], dando computadores a las entidades gubernamentales encargadas de la educación.

A lo que quiero llegar es que en el mundo globalizado la bola pica para los dos lados y la cancha mide lo mismo, hay distorsiones que resultan evidentes, negarlas constituiría una ceguera dogmática de mi parte; sin embargo, es ahí donde el cambio se hace factible, no un cambio hacia el altermundo, sino que una serie de circunstancias son las que promoverán cierta reestructuración en el equilibrio del poder. Estamos de acuerdo con que los movimientos sociales harán parte importante de esa escritura, sin embargo su heterogeneidad será su talón de Aquiles y nace la necesidad de aglutinarlos, ahí es donde se esgrimen con toda propiedad los movimientos obreros brasileños. Un cambio no necesariamente consiste en cambiar unos países para luego cambiar el mundo, el cambio viene por la suma de imponderables trabajando por separado[7].

Actualmente quienes disiden del liberalismo le ponen prefijos y lo intentan reducir a lo meramente económico. Sin embargo, el pensamiento liberal es rico y amplio. Muchos de sus ideales han logrado imponerse como bases de la civilización occidental. Ese logro, sin embargo, permite que a menudo se den esas libertades y derechos por garantizados, proponiendo y practicando políticas e ideas que resultan incompatibles con ellos. No pretende ser una cosmovisión totalizadora, que explique todos y cada uno de los hechos que suceden en el mundo. Sin embargo, es cierto que entre ellos predomina una mezcla de tolerancia y de seguimiento personal de los valores que se han demostrado más útiles para las personas y las sociedades democráticas; los más tradicionales: la familia, el trabajo bien hecho, la lealtad, el compromiso, la fidelidad, etc.

Las concepciones relativas al conocimiento son restringidas. El conocimiento y la razón individual son insuficientes para tomar decisiones que afecten a toda la sociedad. En muchas ocasiones, somos incapaces incluso de resolver nuestros problemas personales, ¿cómo vamos a pensar que podemos arreglar la vida de los demás con la pobre herramienta de nuestro intelecto? nos enredemos: un liberal confía en la razón, pero es también consciente de cuales son sus límites. Por eso, resulta absurda la pretensión de cambiar al hombre para que funcionen sistemas científicos de ordenar la sociedad (Vg. El hombre nuevo). Como mucho, se pretende cambiar el Estado para que éste se amolde mejor a la naturaleza cambiante y compleja del hombre y sus sociedades, es ahí donde se hace palpable la influencia de las ideas accesorias explicadas párrafos arriba.

La complejidad de la sociedad humana siempre va en aumento, y resulta inabarcable para los intentos de dirigirla y planificarla con la limitada herramienta de la razón y el conocimiento humanos. De hecho, los intentos de hacerlo concentran tanto poder en tan pocos que desembocan periódicamente en crueles tiranías, al menos eso demuestra la historia y lo indica la intuición: el poder corrompe y es fácil olvidar a aquellos quienes apoyaron la entrada de algún personaje al poder. Por esas razones, no comparto la tesis de que “este modelo ya no da más”. Sin embargo, como lo dijo el profesor Moya, Los movimientos que se esbozan como agentes de cambio son procesos ideológicamente abiertos que más bien obedecen a un post neoliberalismo que “dista mucho de un orden socialista”[8].

“Los subsidios directos e indirectos que los países industrializados otorgan a sus productores son una verdadera amenaza para los países en desarrollo”[9]. Esto no es del todo cierto, si bien a primera instancia estos subsidios parecen una falta de respeto al libre comercio, dichas “gollerías” son necesarias para la producción en muchos países de América Latina: el caso del sorgo es un ejemplo, pues al bajar el costo de lo que acá es un insumo para la producción porcina, estamos logrando que la carne y sus derivados sean vendidos a un costo menor, lo que garantiza el acceso a las familias de ingresos limitados.

A modo de conclusión, las ideas sobre liberalismo, las cuales comparto en alguna medida no son del todo inhumanas ni tienen carácter social, los párrafos anteriores pretenden dar cuanta de ello, sin embargo ante las presiones de un mundo que es caldo de cultivo para la protesta social, es de reconocer la necesidad de replantear a nivel mundial, cual es nuestro objetivo como seres humanos, cito nuevamente a Tobin quien dijo que “los problemas de la globalización no se resuelven deteniéndola”[10], es decir, el cambio no nace por decreto de los marginados cuando toman el poder.

Fuentes consultadas y notas del autor.


* Este ensayo, con fines académicos pretende discutir algunas de las tantas aseveraciones hechas por el profesor Sergio Moya Mena en su libro “Cambio social y políticas progresistas en la globalización”. El profesor Moya es relacionista internacional, profesor de la Escuela de Ciencias Políticas de la Universidad de Costa Rica, miembro del movimiento ATTAC, del Foro Social Mundial, exmilitante del Partido Liberación Nacional, entre muchos otros logros.
[1]
Von Mises, L. La acción humana. Fondo de cultura Económica (1998). Pp 27-30
[2]
Moya, S. Cambio Social y políticas progresistas en la globalización. [pdf] Wiphala, San José, 2004.[Tomado el 28/11/2007] Disponible en: http://www.wiphala.org/capitulo_1.pdf, p. 2.
[3]
Idem; p.5
[4]
Entrevista a Tobin Premio Nobel de Economía James Tobin habla del sorprendente redescubrimiento de su impuesto sobre la especulación, de su conflictiva relación con los adversarios de la globalización y de los errores del Banco Central Europeo. James Tobin en Der Spiegel (36/2001, pag 122) 3 de setiembre de 2001. [Tomado el miércoles 28/11/2007] Disponible en: http://www.eumed.net/cursecon/textos/tobin-antiglob.htm
[5]
Véase una explicación general de Nicholas Negroponte, el autor del proyecto One Computer Per Child, disponible en broadcast [Tomado el 2 de diciembre del 2007] en la pagina: http://www.ted.com/index.php/talks/view/id/41?gclid=CKikuM3GjpACFUaPOAod_TfyuA
[6]
Las comillas obedecen a que el autor difiere de la noción de subdesarrollo. No utilizo esta noción porque carga cierta connotación occidental peyorativa, el mundo subdesarrollado claramente no existe porque no es un desarrollo material, sino un estado de conciencia mental, donde la sociedad se cohesiona de manera voluntaria al amparo de la ley y el estado de derecho con el fin de mantener la estabilidad.
[7]
Cualquier coincidencia con el Peronismo, es mera casualidad.
[8]
Moya, S. Op Cit, pp 59-60.
[9]
Idem, cap 1
[10]
James Tobin en Der Spiegel (36/2001, pag 122) 3 de setiembre de 2001. [Tomado el miércoles 28/11/2007] Disponible en: http://www.eumed.net/cursecon/textos/tobin-antiglob.htm*