miércoles, 30 de mayo de 2007

En guardia

Jorge Guardia
jguardia@nacion.com
Tomado de la Nación

Un estudio de la Cepal sobre los efectos del TLC en el crecimiento, pobreza y desigualdad dijo textualmente: “La discusión no se ha amparado en un estudio cuantitativo riguroso de sus posibles implicaciones socioeconómicas. Este estudio intenta enmendar esa carencia mediante un modelo de equilibrio general dinámico para Costa Rica”. Algo tiene de razón. Muchos hemos estado hablando paja.
El estudio es muy riguroso. Formula dos escenarios: con TLC y si él. Luego, distingue entre la desgravación en EE. UU. para garantizar el acceso a ese mercado (exportaciones) y la desgravación en Costa Rica (importaciones). En ambos casos mide los efectos en el crecimiento, empleo, pobreza y distribución de la riqueza. Algunos de sus hallazgos eran esperados. Otros, en cambio, son sorprendentes.
El escenario base (sin TLC) es que la economía seguiría creciendo a una tasa real elevada, similar a la de los últimos años. Con TLC se agregaría un 2% real adicional durante los próximos 20 años. Pero en el primer quinquenio la expansión adicional sería modesta, apenas un 1,2% (este Gobierno se beneficiaría poco). Sin TLC, la economía seguiría creciendo con vigor según el escenario base, un 5,5% real. Ya dijo Luis Mesalles, economista de Ecoanálisis, que el TLC no era la pócima maldita ni la pomada canaria.
Contrariamente a lo que muchos pensaban, las exportaciones resultan menos importantes que las importaciones para generar crecimiento y empleo. Del 2% adicional de aumento del PIB, un 1,8% provendría de la desgravación en Costa Rica (principalmente bienes intermedios y de producción), mientras que solo un 0,2% vendría de la exportación. Al desgravar bienes intermedios se atizaría la producción interna (integración vertical) para incorporarla a las exportaciones a EE. UU. y otras partes del mundo. Subirían el consumo, la inversión y el crecimiento. El empleo crecería y bajaría la pobreza. Entonces, si el milagro viene por ahí, ¿por qué no desgravamos antes?
El otro hallazgo es que el TLC podría desencadenar un flujo de capitales y provocar una expansión de la producción interna con efectos aún mayores. Al PIB se adicionaría un promedio del 3,1% real, el empleo subiría más, caería la pobreza y mejoraría la distribución, antes imperceptible. Pero se deprimirían el tipo de cambio y las exportaciones. La paradoja es que los exportadores anhelaban el TLC para vender más y podrían terminar perdiendo. Pero el comercio multi- plicaría sus ventas al estimularse las importaciones y el mercado interno. ¿No se está produciendo algo de eso aun sin TLC? Bueno, aquí tienen un menú para meditar.

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