miércoles, 5 de marzo de 2008

UCR: educación para ricos 2.

Claudio A. Mora García
Estudiante de Economía, UCR
Escritor asociado de EyP

He decidido extenderme un poco más sobre un tema publicado el día 12/02/08 (UCR: educación para ricos) en esta sección que se perfila como uno de mis favoritos, y se encuentra entre las ideas más progresistas del último siglo. Debo confesar que entre mis dieciocho artículos publicados éste ha sido uno de mis preferidos.

Yo tuve la grandísima oportunidad de cursar mis estudios primarios y secundarios en un colegio privado, donde aprendí una de mis más importantes lecciones hasta ahora: nos enseñaron que lo importante es la sociedad. Por ello mi interés en buscar el máximo bienestar para los costarricenses, de la forma óptima posible.

En el artículo pasado toqué el tema de cómo las personas de bastantes recursos que estudian en la UCR (porque los más ricos estudian en el exterior), además de estar en ventaja para el ingreso, ¡pagan una tarifa subsidiada por todos y que no refleja el verdadero costo de la educación superior! En mi caso, durante el plazo que llevo bajo el velo de la UCR, he sentido vergüenza de haberle estado arrebatando, injustamente, fondos a personas de escasos recursos.

Aun así, mi sentimiento de culpa no debe ser generalizado. El estado costarricense, con sus muchas y complicadas leyes nos ha otorgado el privilegio de demandar estudios de altísima calidad en la institución de educación superior de más alta calidad en Centroamérica, y catalogada en el puesto número 843 a nivel mundial: la UCR. De igual manera que lo han hecho las 28.743 personas que se inscribieron para realizar la Prueba de Aptitud Académica durante el 2005 (aunque solo el 22.3% haya podido ingresar). Nosotros estamos en nuestro derecho de estudiar en esta universidad, porque hemos ayudado a financiarla: hemos pagado nuestros impuestos por un servicio que se nos debe otorgar.

¿Cuándo será el día que nos demos cuenta de que los fondos para financiar la UCR no deben provenir únicamente del estado? Universidades como la del Valle (UNIVALLE) ubicada en Colombia, que encaja justamente en la definición de universidad pública, han empezado a implementar un sistema hecho “justo a la medida” para la UCR.

La UNIVALLE exige a los estudiantes, con aras a ingresar, presentar tanto el ingreso y gastos familiares como la última cuota anual que canceló por concepto de matrícula; con base en esto elabora una escala de pago donde ubica al solicitante, llegando a representar la cuota hasta un 80% del último pago en el colegio. ¡El rico paga como rico, y el pobre como pobre!

La UCR está en capacidad de instaurar un sistema de este tipo. Los controles se pueden dar, ya que, como se asegura, la Oficina de Becas aplica bastos exámenes para asegurar que las becas no sean malgastadas otorgándoselas a las personas incorrectas, sino solo a las que más las necesitan.

Aunque se han dado equivocaciones: ¿puede creer usted que un estudiante de cualquier estrato económico pueda solicitar exención en el pago de matrícula por el simple hecho de ser asistente en un curso?

Solo aquellos que no desean cobrarle a los ricos para otorgárselo a los pobres a modo de redistribución del ingreso y cumplir con principios de justicia social, son los que se opondrían a tal medida. El dinero obtenido puede ser utilizado para diversos fines, uno de ellos puede ser la inversión en infraestructura, uno de los principales impedimentos para expandir el cupo de nuevos ingresos.

Parece que hemos olvidado las invaluables lecciones de antaño, la herencia inmortal de don Alfredo González Flores, nuestro sueño de ver a una Costa Rica más justa y con menores desigualdades sociales. En vez, la hemos intercambiado por una constante lucha en temas que son, simplemente, necesarios y no deben suscitar tanta disputa. Hemos dejado a la libre la educación superior, los temas de investigación e innovación, que en una época clasificada como “de conocimiento”, debieran ser catalogados como los más trascendentales.



EyP

1 comentario:

Felipe dijo...

Claudio,

Estoy de acuerdo con tu punto de que si la UCR es supuestamente la institución encargada de facilitar la movilidad social por medio de la educación, ésta debe realmente darle oportunidades a aquellos más necesitados de este tipo de oportunidades y por lo tanto cobrarle el costo real (o al menos un poco más de lo que se cobra ahora) a quienes han tenido mayores oportunidades.

Sin embargo, pienso que hay una mejor opción. La UCR no es la única universidad en el país. La UCR tampoco ofrece todas las carreras que las personas desean cursar. Por ejemplo, la carrera de Relaciones Internacionales no la tiene (la UNA y otras privadas sí). Entonces, si el objetivo que tiene el Estado es que la gente se eduque profesionalmente en la carrera que desea para así romper el ciclo de pobreza en el que viven muchos, ¿por qué no puede una persona escoger la universidad en donde quiere estudiar (pública o privada) que mejor le parezca? No me parece que la prestación directa de educación superior del Estado sea un fin en sí mismo. El fin debe ser que las personas con menos oportunidades tengan la posibilidad de educarse.

Por esta razón, más que cobrarle a los ricos como ricos y a los pobres como pobres en la UCR, pienso que se debería instaurar un sistema de bonos o "vouchers" dados luego de un estudio similar al de UNIVALLE. Estos bonos podrían ser usados por los estudiantes en la universidad que deseen (pública o privada). De esta manera, las universidades que reciban más bonos recibirían más dinero lo que incentivaría la competencia y eficiencia entre éstas. Incluso la burocrática UCR pienso que se pondría las pilas. Habría un incentivo a tener los mejores profesores y las mejores instalaciones, para atraer a la mayor cantidad de estudiantes.

Yo también estudio en la UCR, pero lamentablemente no siempre me enorgullezco de hacerlo. He tenido la mala suerte de toparme con varios profesores realmente mediocres que están ahí solo porque no hay un inentivo por parte de la U para que los profesores sean los mejores. Enfin, pienso que un sistema como este, que ha tenido éxito en otros paises, sería mucho mejor para llegar al objetivo que todos queremos: que las personas que no han tenido oportunidad de educarse, la tengan. Eso sí, sin limitarles su libertad de elección