martes, 8 de junio de 2010

Conclusiones de Tesis de Licenciatura: Una tasa social de descuento para Costa Rica.

Esta es la conclusión de la Tesis de Licenciatura "Una tasa social de descuento para Costa Rica". Es básicamente el resumen del trabajo. Disfrútenlo!

La elección de cuál (cuánta) tasa social de descuento (TSD) usar en la evaluación social de un proyecto es un tema delicado: su elección podría hacer que un proyecto se vea rentable cuando verdaderamente no lo es, o viceversa.
Al principio de esta investigación se vio que el tema del descuento tiene raíces microeconómicas y de economía pública; la mayor diferencia entre los dos enfoques es la forma en cada uno deriva valores para la tasa de descuento. El enfoque micro se basa en lo que “es”, y la economía pública en lo que “debería” ser. Este dilema es acentuado por la dicotomía de Hume donde el “debería” no puede ser derivado de lo que “es”.
Lo anterior introduce la posibilidad de la intervención estatal. Bentham y Hume se basan en la impaciencia para defenderla. Robinson (1990) ilustra que para Bentham (1789), “el hecho psicológico de que las personas descuentan eventos futuros es (…) un hecho que los legisladores deben tener presente al diseñar políticas” (Robinson 1990, 250). Aún más, Bentham creía que el libre ejercicio del interés privado no siempre lleva a una mejora en el bienestar social. Por otro lado, en su “Treatise of Human Nature” (1739, pág. 538) Hume dice que: “No hay calidad en la naturaleza humana que provoque más errores fatales en nuestra conducta que el que nos lleva a preferir lo que sea que es presente a lo que es distante y remoto, y nos hace desear los objetos más en función de su situación que de su valor intrínseco”
También se vio que existe una gran variedad de definiciones para la TSD. La que se considera mejor es: La TSD “refleja la valoración relativa de una sociedad sobre el bienestar de hoy en comparación con el bienestar en el futuro... La eficiencia económica requiere que la TSD mida el costo marginal de oportunidad social de los fondos asignados a la inversión pública” (Zhuang, y otros 2007, pág. 1).
La gran variedad de definiciones se debe a la existencia de dos vertientes de definiciones: una que habla de la tasa social de preferencia temporal (TSPT) y otra que habla del costo social de oportunidad (CSO).
La TSPT (también conocida como la tasa de interés de consumo o TIC) es la tasa a la que la sociedad está dispuesta a posponer una unidad marginal de consumo presente a cambio de más consumo futuro. En cambio, el CSO es la tasa marginal de retorno de una inversión en el sector privado
En un mundo ideal, con un mercado perfecto, la TSPT y el CSO son iguales y pueden ser llamadas, ambas, TSD; aún más, la TSD sería igual a la tasa de interés de mercado. Pero por distorsiones en los mercados (existencia de impuestos, monopolios, etc.) la TSPT y el CSO no son, en general, iguales. Y aún si existiera un mercado sin distorsiones, existen razones (por ejemplo, altruismo y su consiguiente visión del ahorro privado como bien público) por las que, en general, la TSD y la tasa de interés de mercado no pueden ser idénticas.
A partir de lo anterior surge un problema de medición de cuál tasa utilizar para representar la TSD.
La TSPT es utilizada para descontar flujos de consumo, y viene dada por la Ecuación de Ramsey: TSPT=δ+θ•g, cuya derivación proviene de un modelo de crecimiento de Ramsey. Los corolarios teorizados por Dasgupta, Mäler y Barret (1999 págs. 2-3) serán los principios básicos que dirijan el desarrollo de esta tesis:
“las tasas sociales de descuento… dependerán del numerario escogido”.
“las tasas sociales de descuento no serán constantes en el tiempo”.
“las tasas sociales de descuento no son específicas a cada proyecto: el mismo conjunto de tasas de descuento debe aplicarse en la evaluación de todos los proyectos”.
“las tasas sociales de descuento no son material ético aleatorio; ellas están determinadas endógenamente a partir de un ejercicio de optimización”.
Según el CSO la inversión pública debe generar al menos el mismo retorno que la inversión privada. De otra forma, el bienestar social puede aumentarse al redistribuir recursos al sector privado (Zhuang, y otros 2007, 9). El CSO mide ese costo de oportunidad o tasa de retorno.

Lo anterior también tiene un efecto sobre los distintos métodos para estimar una TSD. En general, se ha aceptado que la TSD se encuentra entre la TSPT y el CSO. Acá se han expuesto los métodos existentes en la literatura para estimar la TSD. Estos métodos nos servirán en la próxima sección para realizar una estimación de la TSD para Costa Rica. Se considera importante tener en cuenta que estos métodos han sido desarrollados mayormente por investigadores que residen en países o regiones desarrollados tales como Estados Unidos y la Unión Europea, por lo que su enfoque, aún cuando han intentado estar dirigidos para una aplicación general, podría estar sesgado o dejar por fuera ciertas circunstancias específicas de zonas de menor desarrollo.
En general, se puedo distinguir tres métodos para estimar la TSD: el enfoque de la tasa social de preferencia temporal (TSPT), que se basa en el costo social de postergar el consumir hoy y aproximada por la Ecuación de Ramsey; el enfoque del costo social de oportunidad (CSO), que trata de solucionar el problema de que la TSPT ignora el costo de oportunidad social de realizar inversión pública en vez de inversión privada y es aproximada por la tasa de retorno de inversiones no riesgosas después de impuestos; por último el enfoque del promedio ponderado busca conciliar los dos enfoques anteriores y requiere el cálculo de elasticidades.
Para el cálculo de la TSPT se hizo una extensa exposición de los métodos existentes para cuantificar cada variable: la tasa de preferencia temporal δ, la elasticidad de la utilidad marginal del consumo y el crecimiento real de largo plazo del consumo per cápita. Se pudo observar que existen dos enfoques para el cálculo de δ: probabilidad de que un individuo promedio muera, y probabilidad de que la sociedad como un todo deje de existir; existen varios métodos para calcular θ: métodos de encuesta, que se basan en una muestra y preguntas “de laboratorio”. Evidencia indirecta de la conducta (modelos micro y macro del comportamiento del ahorro; y modelos de demanda del consumidor por un bien independiente de las preferencias, que requiere de un modelo de demanda y se basan en el método FFF), que se basan en la preferencia revelada en el mercado. Y los valores sociales revelados, que suponen una función de utilidad CES y se basan en la estructura impositiva del país (con todas las desventajas que esto pueda implicar).
Un cálculo de la TSD utilizando el método de la TSPT implica tener un límite inferior para la TSD, un cálculo utilizando CSO implica tener un límite superior de la TSD, y un cálculo de la TSD por medio del promedio ponderado podría ser el cálculo más cercano a la verdadera TSD. Aún así, se pudo observar que cada método (TSPT, CSO y el promedio ponderado) tiene sus respectivas ventajas y desventajas. Y aún más algunos métodos, como se vio en el Capítulo 3, requieren realizar cálculos de ciertas variables que podrían no ser posibles de estimar para Costa Rica debido a la no disponibilidad de datos.
Por último, se considera necesario investigar la relación entre mortalidad y probabilidad de que la sociedad se extinga, si es que existe alguna. Otra recomendación para investigación futura es calcular la probabilidad de que la sociedad costarricense se extinga en “t” años. Y además realizar un estudio que responda si existe evidencia que apoye en Costa Rica la aplicación del principio de igual sacrificio, lo cual requeriría evaluar la estructura tributaria del país. Aún más, sería interesante evaluar si es socialmente deseable una estructura tributaria que conlleve un igual sacrificio, y si una estructura tributaría así sería la mejor opción.

Para el cálculo de la TSD se decidió acotarla entre la TSPT y el CSO; el método del promedio ponderado no fue utilizado pues requiere de datos que no están disponibles para Costa Rica. Para la TSPT se decidió hacer un cálculo para la tasa de corto plazo y otro para la de largo plazo, principalmente basados en las recomendaciones de OXERA (2002), Weitzman (1998) y Gollier (2002). Este efecto se ve trasladado únicamente en la tasa de crecimiento real del consumo per cápita.
Así mismo, se utilizaron dos métodos para calcular la elasticidad de la utilidad marginal del consumo de la TSPT, uno primero utilizando el modelo del comportamiento del ahorro, y el segundo utilizando el método de los valores sociales revelados. En el primer caso la mejor estimación para la elasticidad fue de 3.52, y en el segundo fue de 1.26; este hecho tuvo un impacto directo sobre los valores obtenidos para las TSPT: 8.63% en el primer caso y 3.67% en el segundo, para la de corto plazo; y 7.7% y 3%, respectivamente, para la de largo plazo.
Lo anterior nos permite ver que la elasticidad juega un papel sumamente importante en la determinación de la TSD. Los problemas surgen cuando los métodos dan valores muy distintos para una misma variable (la elasticidad), pues esto afecta directamente la TSD.
Pero si se debe recomendar elegir alguna elasticidad, se optaría por la calculada por los valores sociales revelados y sus respectivas TSPT de 3.7% y 3% de corto y largo plazo, respectivamente. Estos valores no son muy distintos de los obtenidos por López (2008).
El hecho de que la TSPT sea de 3.7% quiere decir que proyectos de corto plazo deben tener una rentabilidad social de al menos 3.7% para que sean socialmente deseables y que la sociedad esté de acuerdo en sacrificar consumo hoy para desplazarlo al futuro. La TSPT de 3% quiere decir lo mismo, pero para proyectos de largo plazo.
Para el cálculo del CSO fue necesario construir una serie de tiempo similar a la “Rendimiento de los bonos corporativos AAA según Moody” disponible en EE.UU. Para ello, se siguió la metodología utilizada por Moody para construir la serie anterior y se utilizaron datos provistos amablemente por PIPCA para reproducirla en Costa Rica. El resultado fue un CSO de 7.2%.
Esto quiere decir que las inversiones públicas deben tener una rentabilidad de al menos 7.2% anual sobre la inversión para que sea socialmente deseable desviar recursos para llevar a cabo el proyecto, antes que llevar a cabo otro proyecto privado.
Finalmente, la TSD se acota entre 3.7% y 7.2%. Esto nos dice que los proyectos de inversión pública deben presentar un rendimiento social de al menos entre 3.7% y 7.2%. Como regla de decisión se podría decir que proyectos cuyo rendimiento social sea menor a 3.7% no son deseables socialmente; aquellos con rendimientos sociales de entre 3.7% y 7.2% son socialmente deseables; y aquellos con un rendimiento mayor a 7.2% son fuertemente deseables.
La TSD (TSPT y CSO) que se obtuvo es muy similar a la de países desarrollados, entonces surge la pregunta ¿será que nos estamos volviendo más como un país desarrollado? Podría ser que esta menor TSD muy parecida a la obtenida para países europeos sea el reflejo de que las variables componentes estén tomando valores muy similares al de países desarrollados.
La recomendación del BID de utilizar 12% para Costa Rica es solo adecuada utilizando el método del comportamiento del ahorro para calcular la elasticidad; y no está sustentada y se por este estudio si se emplean los valores sociales revelados.
Además, la TSD está muy por debajo de la utilizada por MIDEPLAN y recomendada por BID y BM. Véase Zhuang, Liang, Lin, & de Guzman (2007). Lo cual debería tener un gran impacto sobre la estructura de capital de la economía… siempre y cuando la tasa del 12% esté siendo utilizada para descontar.
Algunas recomendaciones serían hacer actualizaciones periódicas de la TSD (para conocer si los cambios económicos que se han dado han generado cambios en la misma). Conocer si la tasa del 12% está siendo utilizada. Crear estimación de la variable L, riesgo percibido de que la sociedad costarricense muera, para Costa Rica. Experimentar realizando un cálculo de elasticidad utilizando la EHPM (preferiblemente 2004) por medio de un modelo de demanda del consumidor por un bien independiente de las preferencias.
Por último, es deseable recomendar al Ministerio de Hacienda que debe llevar estadísticas de cuánto es el salario de hecho, y no perderlas.