lunes, 1 de octubre de 2007

Muerto el perro… ¿se acabará la rabia?

Jorge Luis Araya
Escritor Asociado de EyP
Publicado en La Nación

Reza el dicho popular:muerto el perro, se acabó la rabia , en clara alusión a que, una vez eliminado el causante del problema, también se acaba el problema.

Ahora bien, ¿se acabará la rabia de los agitadores, sindicatos, anarquistas disfrazados de defensores de la República y otros enceguecidos por la ira callejera en este país, una vez aprobado o no el TLC con Estados Unidos? ¿Se acabará el odio hacia lasmafias neoliberales , como las llamó el comando (“comisión”) de enlace nacional contra el TLC? ¿Dejarán de ver gigantes y hechiceros losquijotes de la verdad absoluta en Costa Rica luego del referéndum?

Antes y después. Mucho me temo que la respuesta a todas estas preguntas es no. Ante este escenario, tenemos una Costa Rica antes y después del referéndum sobre el TLC. La Costa Rica del después será una Costa Rica cuya democracia saldrá fortalecida ante este largo y tortuoso camino, una democracia más madura, la cual una vez más sentará un precedente para América y el mundo, de respeto y apego al sistema constitucional por el que nos regimos, el que unos pocos nos quieren hacer creer se encuentra secuestrado. Sin embargo, pese a esta victoria nacional que se avecina, ya hay quienes desean ensuciarla, sea cual fuese el resultado.

Ya los detractores del sistema, una vez producida la necesaria salida del vicepresidente Casas, enfilarán sus baterías hacia el presidente constitucional de la República, buscarán su salida y de quienes lo rodean, a quienes acusan de tener a Costa Rica en una dictadura. No sé en cuál universo paralelo deben estar viviendo. ¿Será acaso que ven a nuestro país semejante a la herrumbrada e inhumana dictadura de los Castro en Cuba? ¿O quizás lo comparan con el secuestro institucional en que Chávez tiene a Venezuela? No sé a quién tratan de engañar. ¡El cielo no se está cayendo!

No debemos permitir que nuestra democracia se vea falseada después del 7 de octubre; con nombres y apellidos, hay quienes amenazan y asustan con medidas de presión si gana el SÍ, como el entrabamiento que espera a los proyectos de la agenda de implementación en la Asamblea Legislativa y, por otra parte, si ganara el NO, esos mismos sectores se sentirían envalentonados para hacernos creer que el mandato del presidente Arias debe llegar a su fin. Así que todavía nos espera recorrer un difícil tramo.

Camino a seguir. Creo firmemente que debemos como país aprobar una serie de reformas estructurales, como la apertura del mercado de las telecomunicaciones y los seguros, reformar, simplificar y recaudar más eficazmente los impuestos, echar más mano a la concesión de obra pública para garantizar más y mejor infraestructura, sin olvidar la protección jurídica para el inversor extranjero, aprobar más TLC (Europa, China y mercados emergentes) para que los flujos de inversión extranjera directa productiva sigan creciendo; sin olvidar una justa redistribución de la riqueza y el desarrollo de programas de política social para que, de esta forma, podamos sacar provecho de las diferencias que nos distinguen de los países vecinos.

A quien debemos temerle es a la desinformación, no a las amenazas de quienes adversan el Tratado; somos un país altamente competitivo y, por sobre todo, con una tremenda madurez política como para que nos dejemos engañar por quienes proclaman defender a la patria, cuando lo que logran más bien es defender sus cómodos privilegios y anhelos de grandeza.

Este 7 de octubre el refrán popular antes mencionado lamentablemente no llegará a cumplirse, pero sí creo que la Costa Rica que queremos para el futuro la forjaremos juntos a partir de ese día. Respetemos la decisión de la mayoría.


EyP

No hay comentarios.: