lunes, 2 de junio de 2008

Riesgo, risk, risque, risiko, rischio.

Claudio A. Mora García/ chapunosky@gmail.com
Estudiante de Economía, UCR.
Escritor asociado a EyP

La aprobación del Acuerdo Sugef 9-08 es un importante avance hacia la nueva era de riesgo cambiario que estamos empezando, o deberíamos estar empezando, a vivir en Costa Rica.

El Acuerdo Sugef 9-08 (también conocido como el “Reglamento para la autorización y ejecución de operaciones con derivados cambiarios”) autoriza a entidades financieras a ofrecer servicios financieros más modernos que los actuales y anticuados “prestami-ticos”, “deposi-ticos”, y tarje-ticas de crédito.

¿Estaremos listos? Los nuevos servicios no solo brindarán la posibilidad de cubrirse contra fluctuaciones inesperadas en el precio del dólar por medio de coberturas (la compra de un forward que le permita traer al presente el tipo de cambio futuro, asegurándose un precio), sino también permite otro tipo de actividades: arbitraje y especulación.

La pregunta acá es ¿estaremos listos? ¿Tenemos la educación financiera suficiente para poder sacarle todo el jugo a estos instrumentos? Probablemente no. Los ticos (empresarios, exportadores e importadores) hemos vivido durante muchos años bajo un régimen que nos aseguraba un tipo de cambio futuro cuyo valor era predecible… siempre aumentaba.

Es indispensable una mejora en la educación financiera a empresas y consumidores. Y existe un incentivo a que esto suceda: el costo por obtener información deberá ceder ante el beneficio en aumento que genera el nuevo riesgo cambiario. La necesidad de que los costarricenses, y las empresas en Costa Rica, utilicen los nuevos instrumentos y los sepan utilizar es trascendental.

El BCCR. Y… ¿qué tiene de importante? No solo es el hecho de la cobertura, sino también la necesidad de avanzar hacia un sector financiero más moderno, que se equipare con los estándares internacionales; lo cual permitiría una mayor eficiencia en la política monetaria (reducir la inflación) y una correcta valoración de la empresas.

El uso de los Puestos de Bolsa (hoy solo existe uno: la Bolsa Nacional de Valores, SA), para la correcta valoración de empresas, y el uso de instrumentos, como forwards y swaps, permiten un mejor cumplimiento de los objetivos inflacionarios que el BCCR debe cumplir: Las variaciones inducidas en la tasa de interés para controlar el nivel de inflación, por medio del arbitraje y la especulación hacen que el BCCR también afecte el valor actual del tipo de cambio y valor de las empresas en el futuro, de una forma más eficiente y rápida, comparada con la actual.

Es decir, con estos nuevos instrumentos, una mayor educación financiera y un sistema financiero más moderno, un aumento en los intereses no se queda en un aumento en los intereses de deposi-ticos, ahorri-ticos, y deudi-ticas, sino que se expande con mayor fortaleza a otros ámbitos gracias a la introducción de estos instrumentos.

El reto que sigue es educar, mostrar las ventajas y desventajas del uso de este tipo de instrumentos, e incrementar el uso de sistemas bancarios (que un 41%, según la UCR, o un 60% de los ticos, según la Federación Latinoamericana de Bancos, FELABAN, estén “poco bancarizados”, es una cifra que promete mucho).

A final de cuentas, ya sea que se diga “risk”, “risque” ó “risiko”, el “riesgo” siempre va a existir aquí y en todo el mundo. Entonces, debemos buscar la forma para protegernos. Qué tanta protección queramos, depende de la aversión de cada inversionista. Cómo influya la política monetaria y esta aversión en las valoraciones, depende del BCCR.


EyP

No hay comentarios.: