jueves, 5 de junio de 2008

¿Crisis alimentaria, ó de salarios?

Claudio A. Mora García/ chapunosky@gmail.com
Estudiante de Economía, UCR.
Escritor asociado a EyP

La crisis que ahora está de moda es la “crisis alimentaria”, parece ser que en cuestión de meses hemos superados los episodios más oscuros de la “crisis inmobiliaria” que ha estado azotando a EE.UU. durante los últimos meses.

En pocas palabras, la “crisis alimentaria” es una escasez de granos básicos en el mercado mundial.

El génesis. Los empresarios del mundo han respondido claramente a las señales que ha enviado el mercado: convertir el uso de los granos de alimentos primordiales, a materia prima para producir biocombustibles (cuyos beneficios, o perjuicios, todavía no han sido probados satisfactoriamente). Este cambio en el destino final de la materia prima ha resultado de una reducción en el crecimiento potencial de la producción de granos destinados a consumo, inclusive en la “producción de granos per cápita” (aunque todavía no se puede probar que es así, se especula que así está ocurriendo; simples curvas de oferta y demanda). Por tanto, se especula que existe una menor disponibilidad de granos básicos por persona.

Por otro lado, la demanda mundial, medida en términos absolutos, por los mismos granos ha ido en aumento: cada vez somos más en el planeta, por tanto cada vez se deben producir más granos. Y es de suponer que la “demanda per cápita” de granos actualmente podría no estar cambiando.

El resultado es muy revelador: como la oferta se contrae porque los granos se destinan como materia prima a la producción de biocombustibles, y la demanda aumenta porque cada día somos más en el mundo; entonces la producción total absoluta podría no estar cambiando (de igual forma, podría estar aumentando, o bien disminuyendo, pero no se tiene por seguro cuál de los tres predomina), y el precio (un efecto puramente nominal) estaría aumentando. Entonces ¿qué sucede con la disponibilidad de granos per cápita?

Si pudo responder a la pregunta anterior, ya conoce de dónde proviene la crisis: hay una escasez de granos básicos en términos per cápita (hay menos granos disponibles para que cada persona los consuma), porque en términos absolutos la cantidad producida está en todo el derecho de no variar.

Por tanto, cada vez que alguien recuerda aquellos tempestuosos y oscuros años en que se tomó la decisión de no producir ciertos granos (¡pero cómo no iban a saber que 20 años después iba a subir el precio de los granos! ¡Estos economistas que no pegan ni una…!) describiéndola como “errónea” y justificando el ataque en los mayores precios, no están viendo el problema.

Precios y salarios. El problema no son los mayores precios, un fenómeno puramente nominal, ya que éste es fácilmente solucionado por aumentos en los salarios nominales. Por supuesto, no siempre se ajustan debida a las nubes que introducen los salarios mínimos, y que no permiten fijar salarios que realmente vayan de la mano con la productividad de la mano de obra.

Si los mercados funcionaran eficientemente, y siendo hoy los trabajadores más productivos, los salarios reales deben estar en aumento; especialmente aquellos empleados en sectores ligados con los granos básicos (donde están recayendo fuertes incentivos a aumentar la producción, con los mismos recursos).

Solo una salvedad: el que los salarios mínimos hayan caído, no quiere decir que los salarios reales a lo interno de una economía hayan también bajado.



EyP

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