sábado, 15 de septiembre de 2007

La campaña del miedo.

Claudio A. Mora García
Estudiante de Economía
Escritor asociado de EyP.

Es imposible no tratar el tema de la carta plagiada a don Kevin Casas y Fernando Sánchez en estos días. Por ello voy a referirme a algo que es demasiado fehaciente pero los costarricenses lo hemos obviado.

No niego que el documento no cite brevemente la iniciación de una campaña del miedo para votar por el sí. Ni tampoco quiero parecer en ningún momento que defiendo la posible incorporación de una campaña de ese tipo. De hecho repudio este tipo de campañas, como más adelante desarrollo. Pero éste no era el único tema discutido en la carta, sino existen otros: campaña más agresiva, creación de nuevos líderes, etc. Cualquiera que la haya leído con detenimiento y sin prejuicios creados, notará que lo dicho es cierto.

Lo que es demasiado obvio para los costarricenses es que el uso de una “campaña de miedo” no es absolumente nada nuevo. Menos para aquellos que votarán por el “NO” el próximo 7 de Octubre. Porque, realmente, la campaña de miedo se inicio desde hace ya mucho tiempo, y no necesariamente por la gente del “SÍ”. De hecho lleva varios años acuñándose y afinando su grotesca melodía.

Cada vez que tengo la oportunidad de hablar con gente vecina de mi cantón puedo escuchar los distintos miedos que tienen respecto al TLC, de los cuales ninguno ha sido inculcado por la gente del SÍ. Que se van a llevar el agua, que van a venir lanzacohetes, lanzallamas, tanques, que vamos a ser colonia de USA, que la CCSS va a quebrar, y así puedo seguir hasta crear un nuevo artículo únicamente sobre temas a los que tenemos miedo que nos ocurran a los costarricenses con la aprobación del tratado.

No entiendo como osa los del NO usar esta carta como una herramienta personal para atacar al diputado y al ex-ministro. Cuando realmente han sido ellos quienes iniciaron una campaña de miedo desde hace ya mucho tiempo atrás.

Y lo peor es que son todas especulaciones, que no solo perjudican un voto democrático, sino que insultan la lógica costarricense. Muchas han sido deslegitimadas por la misma Sala IV. Se aprovechan de la humildad del pueblo para “meter miedo”. Y tenemos que ser los del SÍ quienes, ya muy cansados, hemos tenido que ir desmintiendo parte por parte una procreación que se modifica a una velocidad increíble. Casi todos los días escucho algo nuevo respecto a la posible aprobación.

No se hasta qué punto calificar como “mejor” una campaña: aquella que, luego de analizar estrategias para referirse al pueblo, decide por una; o aquella que todavía las analiza, y muchas veces piensa en seguir a sus contrincantes en la movidas estratégicas que hagan. Porque el miedo y las mentiras ya han sido seleccionadas por “los del NO”, y “los del SÍ” hemos analizado, pero nunca optado, por una campaña parecida a la de nuestros contrincantes.

Aún luego de la cantidad de argumentos falaces que se han usado para deslegitimar al TLC, la gente todavía les cree, porque tiene miedo de que alguna de todas las mentiras que han dicho se vuelvan verdad. Tienen miedo de que quiebren los bomberos, de que las nuevas fuentes de empleo no respeten los derechos laborales, que se irrespete el espacio marítimo-terrestre, etc. Tienen miedo, inclusive, de una sublevación en una Costa Rica pacífica. Y esto nunca lo ha dicho el SÍ, sino que lo ha hecho el NO.

Y se aprovechan del contenido para hacer burla y ganar popularidad. Es casi un circo romano, donde las víctimas son entregadas a leones hambrientos mientras el pueblo disfruta de la masacre, hasta que la muerte se aparece frente a todos. Adornan la carta con palabras que son sinónimos a las expresadas por ellos, pero que realmente difieren mucho de la realidad; y distraen la opinión pública para que no nos demos cuenta de lo obvio: la “campaña de miedo” ya fue iniciada, y los del NO llevan la batuta. “¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?” (Mateo 7:3).

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